Las diferencias entre los Rodríguez Saá, que disputarán por separado la gobernación, no favorecen las expectativas electorales del macrista Poggi.

El escenario político en San Luis se calienta a medida que se acortan los tiempos para la elección del 16 de junio, que definirá al próximo gobernador. Los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, que se alternaron en el poder durante 36 años, están en medio de una fuerte disputa con acusaciones y desafiliaciones. El último episodio de esta pelea tuvo en el centro una denuncia por parte de Adolfo, quien señaló que su hermano, el mandatario provincial, persigue a los opositores y amenazó con encabezar una pueblada. En este contexto, el ex gobernador Sergio Poggi, que será el candidato de Cambiemos con el apoyo del presidente Mauricio Macri, apuntó contra los dos dirigentes del peronismo puntano y sostuvo que “son lo mismo aunque quieran mostrar dos caras”. A pesar de ello, las intenciones de votos lo muestran al macrista como tercero en las preferencias.

Las PASO puntanas se habían convocado para este domingo, pero al no ser obligatorias y tampoco contar con internas reales, la justicia electoral local decidió anularlas. Es que el actual gobernador, Alberto Rodríguez Saá, se presentará por el Frente de Unidad Justicialista de San Luis, que contiene al Partido Justicialista y a otros 15 espacios, muchos de ellos de extracción kirchnerista, y se enfrentará a su hermano Adolfo, el senador nacional, que lo hará por el Frente Juntos x la Gente, nucleando a algunas fuerzas locales como el Movimiento Provincial, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y Sanluiseños por el Cambio, entre otras. Por esta decisión de ir por fuera del peronismo, el gobernador desafilió a Adolfo y a un centenar de militantes del PJ, al tiempo que lo responsabilizó por supuestas irregularidades en la administración de la caja del partido y por el faltante de 14 millones de pesos. Esto derivó en el punto más álgido en el enfrentamiento familiar que ahora sumó un nuevo capítulo: en las últimas horas, el Adolfo denunció que el mandatario local persigue a los empleados municipales que respaldan su candidatura.

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“La gente tiene miedo a opinar distinto porque los echan, los persiguen. Le vamos a hacer una pueblada que la voy a encabezar yo. ¡Basta de molestar a la gente!”, se lo ve exclamar, enojado, al senador en un video grabado durante un acto partidario que se filtró ayer. De esta manera, Adolfo se refirió a la acusación que pesa contra el gobernador desde hace algunos días debido a un audio en el que se lo escucha pedir que despidan a Daniela Páez, una empleada pública que además es candidata a intendenta del distrito de Volcán por la lista de Poggi. “¿Trabaja acá? Trabajaba. Ya no trabaja”, se lo escucha decir a Alberto en el audio presuntamente grabado durante una reunión con funcionarios, en el que agregó: “En cada caso lo vamos a resolver con un criterio parecido, pero no mostremos la hilacha”.

En paralelo, Poggi –que supo ser delfín de la dupla, hasta su salto a las filas de Cambiemos, en 2015– busca sacar ventaja del enfrentamiento y se presentará por el Frente San Luis Unidos, que será la marca del macrismo local con sus aliados de la Unión Cívica Radical, entre otros. El actual senador nacional de Cambiemos, que fue gobernador entre 2011 y 2015, consideró ahora que “los hermanos Rodríguez Saá se disputan el Estado como si fuese una herencia”. En ese sentido, consideró que “Adolfo y Alberto son lo mismo aunque quieran mostrar dos caras, y el verdadero jefe es Alberto, que si dos días antes de la elección se le ocurre que su hermano se baje de la candidatura, no tengan dudas que Adolfo lo hará”.

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Desde las filas del mandatario provincial ubicaron el inicio de la ruptura con Adolfo en el respaldo que los legisladores que responden a él en el Senado brindaron al acuerdo que el gobierno de Macri alcanzó con el Fondo Monetario Internacional. “Se trata de una disputa política, no personal”, señalaron a este diario, al tiempo que destacaron la voluntad de Alberto de impulsar “un frente de unidad que se enfrente a Cambiemos a nivel nacional”. En ese sentido, insinuaron que la puerta está abierta aunque ahora las posturas parezcan irreconciliables, y aseguraron que la provincia, sin embargo, “quedará en manos de un Rodríguez Saá”. Una frase que hace las delicias del macrismo puntano pero que –sea cual sea el panorama más cercano a las elecciones– quedará relegado al tercer puesto.

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