Con la postulación definida, pero no oficializada de Martín Llaryora para la gobernación, el PJ cordobés debe resolver quién será el candidato a suceder al intendente capitalino, cuestión que el oficialismo recién definirá en marzo del año que viene.
“Trabajen, caminen la ciudad y muestren los logros de la gestión, pero por favor, les pido, no hablen de candidaturas. Y menos que se peleen”, fue el mensaje-orden que el intendente Martín Llaryora les bajó a sus principales funcionarios, un mes atrás, luego de un áspero cruce interno entre el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, y su par de Transporte, Marcelo Rodio. Ambos funcionarios están anotados en la carrera por ser el candidato a intendente del oficialismo.
Aquel llamado de atención de Llaryora tuvo que ver con una estrategia acordada con el gobernador y presidente del PJ provincial, Juan Schiaretti: priorizar la gestión, sin hablar de candidaturas hasta el próximo verano.
“Nuestro peor error sería adelantar candidaturas. Gobernamos la provincia y la Capital. Quien tiene responsabilidad de gestión y se muestre como candidato, se convierte en un blanco móvil para la oposición”, graficó uno de los peronistas que habla de política con Schiaretti.
El PJ tiene la potestad de fijar la fecha de las elecciones provinciales y las municipales en la Capital. En este sentido, Schiaretti y Llaryora, los dos dirigentes que compartirán las decisiones políticas más sensibles, aguardarán las definiciones en Juntos para el Cambio para decidir un tema crucial como el día de votación.
Como lo adelantó La Voz una semana atrás, más allá del hermetismo que intentan imprimirle a la cuestión el gobernador y el intendente capitalino, en el PJ manejan dos posibilidades: que se vote el 25 de junio del año próximo, siempre y cuando Schiaretti no sea candidato a presidente. En este último caso, se elegirá gobernador e intendente de Córdoba en las Paso presidenciales, que serán el segundo domingo de agosto de 2023.
Paciencia y mesura
En este escenario, tanto el gobernador como Llaryora les piden “paciencia” y “mesura” a los peronistas que aspiran a ser candidatos en la Capital.
“El que saque los pies del plato, se suicida”, advirtió un llaryorista paladar negro, en referencia a la posibilidad de que algunos de los precandidatos rompa las reglas y salga de campaña, antes de los previsto.
Se sabe, que el viceintendente Daniel Passerini; los mencionados Siciliano y Rodio, el legislador provincial Juan Manuel Cid ya han dado señales de que aspiran a ser el candidato por el PJ.
No son los únicos que tienen chances. La senadora Alejandra Vigo no clausura la posibilidad de presentarse. Además, hay otros nombres como los de Héctor “Pichi” Campana, titular de la Agencia Córdoba Deportes, y la diputada nacional Natalia de la Sota, que también están en la consideración entre los peronistas.
Con el almanaque en la pantalla de su celular, un dirigente de diálogo permanente con Schiaretti y Llaryora pronosticó que “recién en febrero”, los postulantes capitalinos podrán salir a la cancha.
Está claro que no habrá tiempo para definir la candidatura a intendente en una interna. A la decisión la tomarán Schiaretti y Llaryora, en base a encuestas. Habrá consultas con la mesa chica de la conducción del PJ, pero la definición estará en manos del gobernador y del intendente, que será el postulante oficialista para la sucesión del mandatario provincial.
Hasta el verano falta atravesar el invierno y la primavera. Es probable que algunos de los anotados queden en el camino, pero hoy la consigna que bajan desde el Centro Cívico y el Palacio Municipal es que todos estén concentrados en la gestión.
Schiarettistas y llaryoristas están atentos a los movimientos internos en el PJ, pero no le sacan la mirada a lo que sucede en la oposición. La fecha y las candidaturas también dependerán de los rivales en la vereda de enfrente.
