«Hippies», «Sucios» y «Vuelvan a su país», le gritaban los efectivos de la Policía de Jujuy a comuneros, comuneras de las comunidades indígenas que decidieron continuar manifestándose muy cerca de Purmamarca, frente al cruce entre las rutas nacionales 9 y 52. Levantan las mismas consignas de hace sesenta días: «Arriba las whipalas, abajo la reforma» constitucional que implementó el gobernador Gerardo Morales..

Son unas 30 personas, entre ellas ancianos y ancianas de comunidades de la Quebrada, las que permanecen sobre la playa del Río Grande, el hilo de agua que cruza la Quebrada de Humahuaca. Sobre ese punto de acceso vehicular a la turística Purmamarca, la Policía jujeña apostó sus gacebos el lunes pasado, cuando desplazó de manera violenta a las comunidades indígenas que permanecían al costado de las rutas. «Quemaron todo», denunciaron ese día las comunidades por redes sociales. Pero ayer, la Policía jujeña apostada en Purmamarca, entre 300 a 500 efectivos, hostigó a los y las manifestantes. «Algunos hermanos y hermanas decidimos seguir resistiendo a la vera del Río Grande», contó a este medio el músico de la Quebrada Ariel Cruz, que comparte la lucha de los pueblos ancestrales por sus tierras, el agua y la caída de la reforma a la Carta Magna jujeña.

Cruz contó que ayer temprano, «alrededor de las siete y media, se acercaron efectivos de Infantería, también de la policía. Llegaron con sus escudos», sobre el momento en que la Policía comenzó a hostigarlos nuevamente. «Una oficial nos dijo que no teníamos que estar aquí pero que si queremos permanecer, tenía que ser bajo el puente donde nadie nos viera», añadió. «Muchos policías con palos, policías mostrando sus armas hablando a las abuelas y muchos insultos», describió las escenas que se viralizaron ayer por redes sociales. «Colocamos la bandera argentina con la whipala justo en el acceso a Purmamarca, y ayer la descolgaron sin consultar. La tienen ellos», se quejó. «también sacaron el monumento de Viltipoco de la plaza de Purmamarca», denunció. El líder indígena del Pueblo Quechua comandó la resistencia contra la invasión de sus tierras en 1594. «Quieren borrar la memoria. Es ilegal y discriminatorio lo que hacen. No estamos en ningún terreno privado, estamos a la vera del río», insistió el comunero.

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Una comunera sentada en el nuevo espacio de resistencia junto al Río Grande, portando un cartel con la leyenda «No tenemos miedo», denunció el accionar policial de los últimos días. El documento circula en redes sociales. «Estamos acá, todos los hermanos y hermanas originarios, muchos de 70 y 80 años, para decir que nos trataron muy mal las autoridades jujeñas», acusó. «Estábamos solos y la Policía vino directo a robar nuestras cosas. Nos sacaron pésimamente mal», añadió en alusión al accionar de los efectivos policiales el lunes pasado. «Quitaron mi cama, nos dejaron sin comer, nos sacaron la mercadería, y a la carpa de la resistencia la hicieron pedazos».

El corte de Purmamarca fue el escenario donde las comunidades resistieron por casi dos meses. Pero la violencia verbal no solamente es ejercida desde el lunes contra las comunidades. El músico dijo que «a la gente que solidariamente se acerca» a dejarles mercadería o abrigos, «también les gritan hippies o que vuelvan a su país». «Les sacan fotos a sus patente, cuando fueron ellos quienes se manejaron y manejan en camionetas sin patente», añadió recordando la cacería de manifestantes del 17 de junio en Purmamarca y el 20 de junio (tres días más tarde) en San Salvador de Jujuy.

Al mediodía de ayer, un grupo de comuneros y comuneras decidieron desplazarse a pie hasta el puesto de Gendarmería Nacional sobre la ruta nacional 9, a pocos metros del acceso a Purmamarca. Radicaron una denuncia por hostigamiento, y dejaron constancia de los hechos que protagonizaron ayer por la mañana al resistir los embates verbales de los efectivos de la fuerza de seguridad del gobernador Gerardo Morales.

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Justamente se cumplen dos meses de la brutal represión en el corte de Purmamarca, 60 días pasaron desde que Misael Lamas, Elva Valerio y Santos Manfredi perdieran uno de sus ojos, entre otros tantas personas lesionadas y heridas. «La Gendarmería tuvo buena predisposición», aseguró Cruz. «Ellos dicen que no pueden accionar, y la verdad es que estamos solos. Ellos pasan con escudos y rifles», repitió por la rutina de los efectivos policiales en la ruta 9 mientras integrantes de las comunidades de Tilcara, Cueva del Inca, Alfarcito, Molulo y Churcal no abandonan el espacio.

Ayer, la Sala IV de la Cámara de Casación Federal rechazó el habeas corpus preventivo colectivo interpuesto por organizaciones de Derechos Humanos en favor de manifestantes en la provincia de Jujuy. El recurso fue interpuesto por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la organización Andhes. El CELS adelantó que en los próximos días presentarán un recurso de queja extraordinario en la Corte Suprema de Justicia de la Nación para definir la situación de los manifestantes en las rutas nacionales jujeñas. «Cerrar el hábeas corpus», expresaron desde el CELS, «genera incertidumbre sobre la garantía y protección de los derechos humanos en el marco de las manifestaciones».

La misma Sala IV de Casación se expidió ayer sobre un recurso interpuesto por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. En ese caso, declaró la competencia de la Justicia Federal de Jujuy para proteger a quienes se manifiestan.

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