Si hay un clásico que tenga un gran componente histórico fue ese. River y Boca se midieron en el Monumental de Núñez en una recordada victoria 2 a 1 del Xeneize, con un gol de Martín Palermo de cabeza, de atropellada. Fue el 27 de octubre de 1997.
Pero en el entretiempo de ese cotejo se dio una situación más que especial y diferente: Diego Armando Maradona decidió su retiro definitivo del fútbol.
En aquel Boca que conducía Héctor “Bambino” Veira estaba dando sus primeros pasos Juan Román Riquelme.
Maradona tenía 36 años y ya no era el de sus mejores tiempos. Riquelme, apenas 19.
Y en ese entretiempo, Román ingresó por Diego, para jugar un gran segundo tiempo y ser figura.
Quien recordó esa anécdota en la previa del River – Boca que se viene fue Jorge “Patrón” Bermúdez, ex jugador y hoy dirigente del Xeneize.
“Mi primer clásico arrancamos perdiendo 1 a 0. En el entretiempo entra el gran Diego llorando, diciendo ‘no puedo jugar más’, ‘no me responden las piernas’, llorando… Le da un abrazo a Román y le dice: ‘Bueno, guacho. Es ahora tu vida, es ahora tu fútbol… Ustedes vayan y denle la vuelta a esto’. Entre magos se conocen los trucos. Cuando Diego veía a Román, cuando jugaban enfrente y Román hacía un túnel lo aplaudía… Diego era muy genuino, muy espontáneo en sus acciones. Obviamente era Diego. Yo siempre dije, como persona y como compañero, inigualable. El que tuve yo, el que recordaré siempre”.
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