La adquisición de la supercomputadora fue anunciada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y por Jorge Taiana, titular de la cartera de Defensa. El equipo, que costó 885 millones de pesos, estará disponible para toda la comunidad científica y es una de las dos más potentes de América Latina. El equipamiento proveerá servicios de cálculo y permitirá la realización de experimentos numéricos, la confección de pronósticos y el diseño de modelos meteorológicos.
El artefacto incrementará las capacidades que tiene el Servicio Meteorológico Nacional, con el objetivo de realizar ejercicios computacionales que suelen ser muy costosos en caso de ser requeridos desde un proveedor exterior. La supercomputadora realizará cálculos competitivos a nivel regional, clave en el diseño de pronósticos, y también será empleado en un amplio abanico de campos. Se aplicará en el terreno del modelado en sistemas complejos; en análisis genómicos; en la producción de fármacos; el diseño industrial; la exploración de cuencas petroleras; la inteligencia artificial; y todo lo relacionado con ciencia de datos. Un salto de categoría que marcará un punto de inflexión en dichos rubros.
La buena noticia, además, es que en el futuro, por las características técnicas, existe la posibilidad de aumentar aún más su velocidad de cálculo. Similar a una computadora de escritorio a la que se le agrega más memoria para que opere a un mejor ritmo.