A lo largo de su extensa carrera gremial, Carlos Quintana, el titular de UPCN fallecido este miércoles, siempre fue un aliado de turno de los gobernadores que condujeron la provincia de Buenos Aires. ¿Cómo fue la relación que tejió con Daniel Scioli, María Eugenia Vidal y Axel Kicillof?

Históricamente, como líder del gremio de los estatales bonaerenses, Quintana supo llevarse bien con los mandatarios que ocuparon el sillón de Dardo Rocha. A lo largo de su mandato, que inició en 1985, UPCN nunca se caracterizó por ser un gremio combativo, ni que realizara medidas de fuerza que pusieran en jaque al gobierno de turno. Siempre aprobó los acuerdos paritarios que le permitían al gobierno cerrar la paritaria por mayoría, sin cuestionamientos.

Cuando Scioli asumió como gobernador en diciembre de 2007, Quintana ya era diputado provincial por el Frente para la Victoria. Había llegado a la banca en 2005 por un acuerdo con Pablo Bruera, ex intendente de La Plata. 

La relación siempre fue fluida entre Quintana y el ministro de Trabajo bonaerense de entonces, Oscar Cuartango, y con otros funcionarios del gabinete sciolista. UPCN era uno de los primeros en aceptar las ofertas salariales y habilitar el camino -junto a FEGEPPBA- para que el gobierno cerrara las paritarias de los estatales por mayoría de votos, dejando sola la dirigencia de ATE que protestaba y rechazaba las ofertas por «insuficientes». Fueron ocho años en la misma sintonía.

En abril de 2015, cuando Scioli ya se había lanzado a la carrera presidencial -pero aún no tenía la venia de Cristina Kirchner– Quintana hizo público su apoyo y organizó un acto a la medida del motonauta y también de Bruera, que buscaba ir por la reelección en la intendencia. En ese marco, el gremialista aseguró que en la Provincia nunca habían tenido que parar «porque siempre hubo acuerdo y consenso» en las paritarias. Y no escatimó en elogios: «Acá hay un gobernador que hizo viable la provincia y que va a ser el próimo presidente de los argentinos».

Mirá También:  La Provincia estará presente en la Feria Internacional del Libro

Pero el gobierno aliado se terminó y desembarcó María Eugenia Vidal en la Gobernación, iniciando la era de Cambiemos. Quintana y UPCN se acomodaron rápidamente a los tiempos políticos y también al nuevo ministro de Trabajo, Marcelo Villegas. Tanta era la afinidad con el gabinete que, en la Gobernación, algunos lo llamaban el «ministro 14».

El gremialista supo tejer una relación más que conveniente y le garantizó a Vidal, a poco de asumir en 2016, un «acuerdo histórico» por una suba anual del 18% para todo el año, un arreglo nada común y que pronto quedó desactualizado. Lo mismo hizo en los años siguientes, donde avaló más acuerdos a la baja en desmedro de sus propios afiliados, como también la política de ajuste y de congelamiento de la planta estatal, las mismas medidas que otros gremios -como los docentes, médicos y estatales de ATE- resistieron en pie de guerra.

El apoyo a Vidal no lo dejó bien parado cuando Axel Kicillof dio el batacazo en las PASO de 2019 y finalmente resultó electo. El gobernador ya mostraba en campaña la sintonía fina con la CTA, y especialmente con ATE, rival de UPCN. Por esto, apenas asumió Kicillof, Quintana buscó acercarse de todas formas a la flamante gestión. Una anécdota de diciembre de 2019 pinta la «desesperación» del líder gremial por caer bien en el gabinete antes del arranque de las primeras paritarias. Quintana envió una caja de chocolates por fin de año al gobernador y a todos sus ministros por fin de año, pero los obsequios fueron devueltos en las mismas condiciones en las que llegaron: cerrados.

Recién el año pasado, durante la campaña electoral, Quintana admitió por primera vez que sus afiliados habían perdido más del 20% de poder adquisitivo durante el gobierno de Vidal. Cuando la ahora diputada nacional se postulaba para ese cargo, el gremialista fue lapidario: «Quiere ser candidata y no puede ser ni aguatera, con ella perdimos el 20% del salario y no es una cosa menor».

Mirá También:  La defensa de un río sagrado que llevó a un profesor maya a la cárcel en Guatemala

Aunque no logró tener la fluidez ni la cercanía que tuvo con Scioli y Vidal, Quintana mantuvo una relación políticamente correcta en estos años con Kicillof y su ministra de Trabajo, Mara Ruiz Malec. Correcta pero distante, muy distinta a la que mantienen tanto el líder de ATE provincia, Oscar De Isasi, como el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, los aliados oficiales de la gestión. 

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *