Marcelo Retes, uno de los funcionarios de confianza del procurador interino Eduardo Casal

Entre el 6 de mayo y el 4 de junio, el fiscal en lo criminal y correccional Marcelo Retes atendió dos fiscalías nacionales desde Arkansas, sin pedir licencia ni autorización. Retes es quien tuvo a cargo el complaciente sumario al fiscal Carlos Stornelli por negarse a prestar declaración indagatoria en la causa por espionaje. La ausencia de Retes motivó un pedido de informes en la comisión bicameral del Ministerio Público Fiscal.

El fiscal en lo criminal y correccional Marcelo Retes atendió las dos fiscalías nacionales a su cargo desde Estados Unidos durante casi un mes. Viajó el 6 de mayo y volvió el 4 de junio, según se  constató. La lógica hubiera sido que pidiera una licencia, pero no lo hizo ni obtuvo ninguna autorización formal. Firmó trámites, dictámenes y cuestiones sobre causas penales desde Arkansas. Retes es uno de los fiscales de máxima confianza del procurador general interino, Eduardo Casal, a tal punto que éste le encomendó en mayo de 2019 que se ocupara del sumario contra el fiscal federal Carlos Stornelli en los tiempos en que se negaba a prestar declaración indagatoria en la causa sobre espionaje que tramita en el juzgado federal de Dolores. Los nueve meses que duró esa investigación interna le dieron oxígeno a Stornelli, le garantizaron seis cómodos faltazos y el resultado fue un simple apercibimiento.

La ausencia de Retes motivó un pedido de informes desde la comisión bicameral del Ministerio Público Fiscal, a propuesta del diputado Rodolfo Tailhade, para que la Procuración General informe si hubo algún tipo de autorización para el viaje y si, como publicó el sitio La Política Online, Retes ingresó a la distancia al sistema informático de las fiscalías y eso causó un incidente de seguridad informática que dejó a todas las dependencias sin sistema, el pasado 3 de junnio.

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«Cometí un error al interpretar que el teletrabajo se puede hacer desde cualquier sitio, me hago cargo de eso”, dijo, y descartó cualquier relación con el problema informático.

Antes de obtener respuesta de Retes, estas cronistas se comunicaron con la Procuración General de la Nación. El asunto ya había tomado estado público, pero en el organismo la única respuesta disponible fue que las licencias ordinarias las concede la fiscalía de Cámara, y que no tenían registrado ningún trámite de otro tipo de licencia. En la fiscalía de Cámara, a cargo del fiscal Ricardo Sáenz, tampoco hubo explicaciones. La Ley Orgánica del Ministerio Público dice en el artículo 68 que se considera una falta grave “abandonar su trabajo en forma prolongada o reiterada y sin justificación” o “incumplir las tareas o funciones asignadas en el área” donde un/a fiscal se desempeña. Faltar al trabajo sin aviso es una falta leve, falta al fin –algo que conoce muy bien un fiscal con décadas de experiencia como Retes–. No hay mucho margen para interpretar que se puede trabajar a 8.500 kilómetros de la oficina.

Pero Retes ofreció su explicación ante la consulta de este diario. “No quería dejar a ningún colega mío trabajando a cargo de mis dos fiscalías. Acababa de terminar el turno el 30 de abril y la cantidad de trabajo que llega una vez finalizado es muy grande», dijo. «Si bien el reglamento nuestro dice, siguiendo una vieja norma del Reglamento para la Justicia Nacional, que para irte a más de 30 kilómetros de la jurisdicción tenés que pedir autorización, lo cierto es que siempre entendí que eso no se encuentra vigente más que nada porque mucha gente del Poder Judicial y de los ministerios públicos están trabajando desde las casas de fin de semana, más allá de esa distancia”, añadió.

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Retes dice que se fue a Arkansas a la casa de su hermana porque tenían que resolver cuestiones vinculadas a la sucesión de su padre, que falleció en enero. Su vuelo tenía este recorrido: Buenos Aires-Miami, Miami-Dallas y Dallas-Northwest Arkansas. Lo explica para negar que su destino haya sido Miami. Desde Arkansas fue que firmó “casi 210 dictámenes, reservas, oficios y demás trámites judiciales”. También menciona reuniones por Zoom, con su equipo y, en particular, resaltó una que mantuvo con la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad (PCCH). Según pudo constatar este diario, el encuentro –convocado por la PCCH– fue el 20 de mayo para discutir la intervención de la fiscalía en el habeas corpus por la desaparición de Ricardo René Haidar, sobreviviente de la Masacre de Trelew y que se sabe que estuvo secuestrado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en 1982. “Entendí, según las acordadas de la Corte y las resoluciones de la Procuración, que hay que privilegiar el trabajo a distancia”, insistió.

«La situación de Retes muestra el nivel de privilegio que tienen estos señores y el nivel de desprecio a lo público. La responsabilidad de Retes está clara y deberá iniciarse de oficio un expediente disciplinario«, reclamó Tailhade. «Pero lo que más me preocupa es el nivel de desmanejo que hay en el Ministerio Público. Cuesta imaginarlo viajando sin tener el ok  de Casal. Ese mismo desmanejo se vio en la respuesta totalmente imprecisa que ofrecieron por el incidente informático, que fue gravísimo. Debemos avanzar en la responsabilidad de Casal y desentrañar si nos está mintiendo», completó el diputado del Frente de Todos.

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