Desde Barrios de Pie dicen que el intendente Fernando cometió un «error político» al no convocarlos para coordinar la entrega de comida en escuelas. Discrepancias entre lo que baja Provincia y entrega la comuna

En Ezeiza preocupa la falta de alimentos en los comedores escolares y organizaciones sociales apuntan a algunas irregularidades del municipio con el Servicio Alimentario Escolar (SAE), que incluso dejan a chicos fuera de esta asistencia alimentaria, pero también al «error político» de no articular la entrega de comida a familias vulnerables con movimientos como Barrios de Pie, desde donde aseguran conocer en detalle la problemática para coordinar la llegada a los hogares más humildes.

Según documentos, se observan discrepancias entre el módulo de alimentos que propone la Provincia y el bolsón que definió el municipio para semanas anteriores.

Desde Barrios de Pie La Matanza precisaron que los productos del ámbito bonaerense incluyen una leche de 400 gramos, yerbaazúcar, una docena de huevos, dos paquetes de fideos, uno de arroz, uno de harina de maíz y otro de harina de trigo, 2 cajas de puré de tomate, una lata de arveja en conserva, otra de jardinera en conserva, un paquete de lentejas y una botella de aceite.

Sin embargo, la comuna que conduce Fernando Espinoza informó que en sus bolsones iban a entregar media docena de huevos, tres paquetes de fideos, cinco de galletitas, dos paquetes de arroz, un paquete de harina de trigo, una botella de aceite, dos leches larga vida y luego instaba a elegir entre un paquete de harina de maíz o de lentejas y entre una arveja en conserva o puré de tomate.

Mirá También:  Un sumario para el fiscal en rebeldía

Diferencias

«Hay diferencia en la cantidad de productos y en las calidades. Lo que sucede concretamente con el SAE tiene que ver con el criterio que establecieron de entregar sólo a alumnos inscriptos en el comedor», apuntó Diego Chañe, coordinador de Barrios de Pie La Matanza.

El dirigente social puntualizó dos casos que grafican la situación. «En la escuela Nº 95 de Villa Palito hay 300 alumnos, pero sólo 80 inscriptos para el SAE. En la Nº 15 de Km. 40, hay 1.030 alumnos, pero sólo disponen de 400 cupos», precisó.

Chañe explicó que «esto lleva a que, en vez de recibir un bolsón de 15 productos, les llegan de siete o de cinco» y confió: «Esto se entrega cada diez días. Se resiente mucho lo que recibe cada familia».

Otro de los problemas se da en aquellas familias que tienen varios hijos que están inscriptos en el SAE, pero reciben menos asistencia. «A veces corresponde un bolsón por chico inscripto y a veces tienen tres inscriptos, pero reciben un bolsón por familia por tener que repartir mercadería», sostuvo el referente barrial.

Error político

Si bien explicó que «la provincia le gira los fondos en dinero al municipio, que a través del SAE distribuye», diagnosticó: «En mi opinión, el error que se comete es no incluir en la estructura de distribución de alimentos a los movimientos sociales, que tienen comedores con gente preparada, cocineros y distribuidores de viandas. Es un desarrollo muy grande en La Matanza y esa estructura no fue tomada en cuenta».

En alusión a la no convocatoria por parte del intendente Fernando Espinoza, el coordinador de Barrios de Pie advirtió: «Hay 700 comedores en el municipio que asisten con buena mercadería, pero están teniendo un promedio de 260 personas por comedor. Pusieron el acento en el ejército que reparte 24 mil viandas, cuando los comedores populares están repartiendo 300 mil viandas por mes».

Mirá También:  Más estafas de Vicentin en el comercio de granos

«En vez de fortalecer la estructura de los comedores comunitarios, el municipio bajó mercadería que llega a ser insuficiente. El comedor comunitario tiene el vínculo con el vecino y sabe las necesidades de cada familia. Hubo un error», insistió.

Coyuntura

Según Chañe, a la no coordinación se suma el problema que supone el coronavirus: «Tampoco hay suficiente cantidad de alimentos. Hay una gran cantidad de familias que se sumaron a los comedores, porque los jefes o jefas de familia hacen changa y se le cortaron».

«Dada la situación global, el error es que había una estructura de seguridad alimentaria que no fue tomada en cuenta, como la de los comedores sociales. Esto parte de un error político, porque los movimientos sociales te relevan qué familia cobra IFE, cuál cobra salario, es un trabajo integral. Y es la proximidad, donde el vecino se acerca», apuntó en esa línea.

Al respecto, reconoció que «constantemente hablamos con el municipio para articular, por ejemplo para asistir en casos de violencia de género» y fustigó: «Con el tema alimentario, creo que tiene que ver con cierta mezquindad política de no darle protagonismo a un actor social que no viene hace seis meses o en la pandemia, sino que está presente hace 30 años».

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *