Dirigentes de APTA negaron que hibiera medidas de fuerza y apuntaron a la «incapacidad de quienes conducen la gerencia de operaciones» de la línea de bandera. «Falta personal y no lo reemplazan», acusó Cirielli, de APTA.
Este martes, unos 120 vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral fueron cancelados en el aeropuerto de Ezeiza y Jorge Newbery y otros 89 viajes tuvieron demoras. Las aerolíneas de bandera atribuyeron la responsabilidad a una supuesta medida de fuerza organizada por la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) que agrupa a los despachantes, que habría complicado la presencia de personal para el control de los vuelos. “Operaciones del 12 de noviembre afectadas por medidas de fuerza del gremio APTA”, publicó Aerolíneas Argentinas en su cuenta de Twitter a las 11 de la mañana. En cambio, desde el gremio negaron que haya habido medidas de fuerza y vincularon la situación a la falta de personal de reemplazo para la operación. Ricardo Cirielli, secretario general del APTA, dijo que “ni paro ni Asamblea, sólo es incapacidad de quienes conducen la gerencia de operaciones. Las cancelaciones en Aeroparque son exclusiva responsabilidad de operaciones, lo sabían pero no tomaron los recaudos para que se cubra el puesto en este turno. Los responsables de los 15 mil pasajeros sin volar son los directivos Gastón Devesa y Matias Larumbe”.
Créase o no, la historia de los 15 mil pasajeros afectados empieza con la licencia médica que tiene el radiooperador de Aerolíneas Argentinas desde el 21 de octubre pasado, a causa de una infección en el ojo. La empresa difundió un comunicado en donde dice que “desde el momento en que comenzó la licencia, el reemplazo temporario de ese operador lo está haciendo otro empleado del área de Despacho, tema que había sido comunicado al gremio en su momento. El reemplazo cumple con todas las normas legales y de seguridad, garantizando la operación en los altos estándares de la compañía. Los radiooperadores realizan la comunicación interna entre los aviones y el Centro de Control operativo de la empresa, al margen de la comunicación directa de las aeronaves con la Torre de Control”. Aerolíneas asegura que “a las 6 de la mañana del martes, el sindicato impidió organizar el reemplazo de un radiooperador. Fue por una medida de fuerza llevada adelante por el gremio de personal técnico, APTA. La medida de fuerza se mantuvo durante 8 horas, hasta las 14. En ese tiempo debieron cancelarse 121 vuelos, de los 312 que la empresa tenía programados para el día de la fecha. Además, otros 89 vuelos sufrieron demoras. En total, hubo más de 15.000 pasajeros que fueron afectados”, agregaron desde la compañía. Otras fuentes aclaran que se trata de un «ultrarreglamentarismo» que impidió que el trabajador no designado para esa tarea (aunque con licencia de radiooperador) se haga cargo del reemplazo.
Cirielli contestó que “si fuera un conflicto entre APTA y la empresa, ¿por qué no lo denunciaron al Ministerio de Trabajo para que aplique la conciliación obligatoria? No lo hacen porque no es un conflicto”. “Acá no hubo ni asamblea, ni ningún tipo de paro, al contrario. Hoy a la mañana la empresa salió a decir que era una asamblea, cuando en realidad se paralizaron las operaciones porque no está el personal que hace a la seguridad aérea en el trabajo. No está porque faltó, porque hay uno solo por turno. La empresa tendría que tener dos o tres por turno, porque al haber uno, si falta por cualquier motivo se paraliza esa actividad», siguió Cirielli. «Tiene parte de enfermo», agregaron desde el gremio.
Aerolíneas informó que “está reubicando a los pasajeros afectados por la medida de fuerza en los vuelos de este martes y en los días subsiguientes, de acuerdo a la disponibilidad. Los pasajeros podrán cambiar en el término de los próximos 15 días sin cargo sus pasajes para el mismo destino o solicitar la devolución del monto”.
