Marcelo Sebastián D’Alessio fue indagado por unos cincuenta hechos más de espionaje ilegal. Ante el juez Alejo Ramos Padilla y en forma remota desde el penal de Ezeiza –a donde está detenido desde febrero de 2019– el falso abogado se negó a declarar. El dato sobresaliente es que el juez de Dolores dejó plasmada una definición novedosa: la banda que investiga desde el año pasado fue una «organización criminal paraestatal». Según escribió el magistrado en una de sus resoluciones, están probados los vínculos de la banda «con la Agencia Federal de Inteligencia y participación de funcionarios públicos, fuerzas de seguridad, como con integrantes de los medios de prensa».

Mientras un tramo del expediente estaba camino a juicio oral, las defensas plantearon algunos reparos y la investigación que sacudió al mundo político, judicial y mediático  aún sigue abierta. En ese marco es que el juez encontró más víctimas de la organización y pudo determinar nuevos delitos cometidos por D’Alessio y sus cómplices, por lo que decidió ampliar las indagatorias de los imputados. Entre los más de cincuenta hechos por los que se indagó este lunes a D’Alessio –sólo hizo una breve manifestación y se negó a declarar– sobresalen los siguientes:

* Seguimientos a dirigentes de la Asociación de Fútbol Argentino. Las víctimas son Alejandro Ganly, de la empresa Torneos y Competencias y a cargo de la organización de la Copa
Argentina y otros eventos futbolísticos, y Cristian Monfardini, quien pertenece a la Policía Federal Argentina y trabaja para la AFA
en tareas vinculadas con la seguridad en partidos de la
Selección Argentina y del presidente de la AFA.

* Causa GNL. El juez detectó más víctimas de extorsión en torno a esta causa que cursó en Comodoro Py. Según escribió Ramos Padilla, «se elaboraron informes para autoridades judiciales o del Ministerio Público Fiscal, titulados “Informe dr Stornelli” y otro similar denominado “Informe Dr. Bonadio”, en los que
señaló como “los responsables de la corrupción” en Enarsa «a una decena de personas, entre ellas, Roberto Baratta. Precisamente, el ex funcionario de Planificación fue detenido en ese expediente. La investigación de la dupla Bonadio-Stornelli se estaba por caer a pedazos por el peritaje trucho del perito David Cohen y lo llevaron a D’Alessio para que declare como testigo de identidad reservada e involucre a Baratta –ahora querellante en Dolores–, entre otros. 

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* La Morsa. Sergún declaró en su momento el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, D’Alessio lo presionaba diciendo que, por indicación de Elisa Carrió, había que involucrar a Aníbal Fernández en la causa de la efedrina. El ex fiscal, procesado por Ramos Padilla por proveer a la banda de los registros migratorios y de llamadas telefónicas de las víctimas, había estado a cargo de la investigación del triple crimen de General Rodríguez. Bidone declaró que se reunió con Silvia Majdalani para pedir asistencia de la AFI para dar con los asesinos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina e investigar el tráfico de efedrina. Según Bidone, la Señora 8 le dijo que le iba a mandar gente. Esas personas fueron el espía Rolando Barreiro y Marcelo D’Alessio. En su defensa, Bidone aseguró que él creía que efectivamente el falso abogado era un hombre de la AFI y que estaba colaborando con la causa más importante de su carrera.

El punto es que Bidone ya no tenía la causa de la efedrina porque había pasado al juzgado de Maria Servini. Lo que explica el fiscal es que él se quedó con un legajo de investigación abierto por lo que siguió aportando datos a la causa. Según afirmó, todo fue enviado por los canales oficiales al despacho de la jueza de Comodoro Py. En muchos de esos informes Bidone escribió que era información que provenía de «MD», es decir, D’Alessio. Esos informes fueron efectivamente hallados por Ramos Padilla e incorporados como prueba. En uno de ellos Bidone menciona que MD había sumado información sobre el supuesto rol de Aníbal Fernández. Bidone ya fue indagado por algunos de estos nuevos hechos y ratificó lo que ya había dicho en sus primeras declaraciones.

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* Los Monos. Se detectaron más movimientos en torno a los seguimientos de la banda narco de Santa Fe. El objetivo habría sido involucrar al entonces gobierno provincial del Frente Cívico y Social con los narcotraficantes. Hechos por lo que  D’Alessio informó a la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

* «La mafia de los contenedores». La investigación a cargo de Ramos Padilla logró determinar que la banda de D’Alessio buscó extorsionar a otras dos personas usando  la causa que cursaba en el fuero penal económico a cargo de Marcelo Aguinsky. Se trata de Lucas D’Angio y Javier Pedro Santaliz, a quienes hicieron creer que estaban acusados en el expediente y que podían «limpiarlos» a cambio de dinero. 

Este martes será el turno de la ampliación del precfecto Leandro Pini, imputado por los seguimientos al presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, entre otros. Quien también ya estuvo frente a Ramos Padilla fue Pablo Pinamonti, el ex agente de inteligencia señalado por D’Alessio como el hombre al que reportaba dentro de la AFI. Aún no trascendieron los términos de su declaración, que puede ser clave para determinar a quién respondía la banda del falso abogado dentro del gobierno de Mauricio Macri. 

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