El Programa Mundial de Alimentos pidió u$s77 millones para aportar raciones de comida a al menos 590.000 personas desplazadas a causa del terremoto en Turquía y 284.000 en Siria, consignó la agencia de noticias AFP. En tanto, la oficina de Derechos Humanos de la ONU urgió el viernes a todas las partes en la zona afectada, donde operan militantes kurdos y rebeldes sirios, a permitir el acceso humanitario.
Siria: un terreno hostil para la ayuda humanitaria
Siria contó con una desventaja: los daños provocados por la guerra civil, que ya lleva más de una década con un sistema sanitario deficiente y una infraestructura diezmada, provocaron que la ayuda sea más lenta.
La OMS informó que se encuentra a la espera de la apertura de nuevos pasos fronterizos para enviar convoys de ayuda humanitaria a las áreas controladas por rebeldes.
El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que están «a la espera para salir». Sólo se necesita un permiso para enviar ayuda mediante el paso fronterizo entre Turquía y las zonas sirias donde se encuentran los rebeldes.
«Estoy esperando para cruzar las líneas hacia el noroeste, donde nos han dicho que el impacto es aún peor», aseguró el director del organismo sanitario.