Cláusula gatillo, inflación, lucha contra la pobreza y el hambre, renegociación de la deuda externa, paritarias, aumentos por decreto, evolución de la economía y hasta una próxima reunión con los principales gremios de la CGT, las dos CTA y otros sectores sindicales. Estos fueron algunos de los temas que a agenda abierta trataron Alberto Fernández y Héctor Daer, jefe del sindicato de Sanidad y cotitular de la principal central obrera del país, durante el almuerzo privado que mantuvieron desde las 13:30 y que se prolongó por 90 minutos.

El Presidente llamó ayer por teléfono a Daer para invitarlo a la Casa Rosada. La reunión no hizo más que ratificar la excelente relación que existe desde hace casi tres décadas entre ambos.

El convite del jefe de Estado fue después de recibir en Casa de Gobierno al camionero Hugo Moyano, con quien dialogó por espacio de media hora, pero después de que el sindicalista mantuviese una extensa reunión con el ministro del interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

La charla de Fernández con Daer fue distendida, no como la que mantuvo con el líder de los Camioneros, donde trataron temas ásperos, como la negociación que éste mantuvo con las cámaras empresariales del sector y en la que logró un aumento salarial que no tomó en cuenta los parámetros ideales que viene sugiriendo el Gobierno: otorgamiento de sumas fijas como anticipos para compensar la inflación y postergar las paritarias hasta mediados de año.

El Presidente ya lo había hecho públicamente el 2 de enero, en diálogo con Radio 10: “No hagamos pedidos desmedidos, todo repercute sobre la economía«, dijo cuando habló de las paritarias.

Daer le aseguró que mientras los aumentos salariales por decreto a cuenta de las paritarias no sean inferiores al índice de inflación, el sector gremial seguirá alineado a los intereses de la Casa Rosada sin fisuras. También volvió a remarcar que los integrantes de la CGT se sienten parte del Gobierno.

Durante la charla, el jefe de Estado también se comprometió ante el titular de la CGT a que el aumento que se les otorgará a los jubilados “será mayor o igual a la inflación. No van a perder un solo peso”, le habría expresado.

Sí, en cambio, para los sindicalistas, es prioritario que las subas salariales por decreto no se extiendan en el tiempo porque “se achican las escalas” y ahí sí serán ellos los que comenzarán a tener reclamos en las bases de los sindicatos.

Dentro de ese marco, Daer le aseguró a Fernández que las cláusulas gatillo no serán un reclamo de las entidades sindicales. “La cláusula gatillo no es un fin, lo que tenemos que lograr es que no haya pérdida de salarios con el paso del tiempo, de eso estamos convencidos todos”, dijo tras el almuerzo.

A mediados de enero, el Presidente habló de esto: “La cláusula gatillo es un mecanismo de indexación. Una de las peores cosas que nos han pasado es la indexación de la economía. Indexar la economía nos va a llevar al peor de los mundos. Lo que tenemos que hacer todos es desindexarla”.

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También se habría acordado en el encuentro una próxima reunión entre el jefe de Estado y los principales popes de la CGT y otros actores sindicales que no pertenecen a la conducción de la central obrera, como las dos CTA y la Corriente Federal de Trabajadores, donde milita la Asociación Bancaria.

La negociación con el FMI sobre la deuda fue uno de los principales temas abordados. Fernández le habría comentado a Daer su idea de que estos contactos sindicales que viene manteniendo sirvan como una señal hacia el Fondo de que el sindicalismo respalda la estrategia de la Casa Rosada.

A diferencia de Cristina Kirchner, ambos habrían coincidido hoy en que no se debe abordar la negociación con el FMI solicitando una “quita” o agitando el fantasma de una investigación judicial. Daer y Fernández creen que hay que “negociar más plazos para pagar la deuda”.

El titular del gremio de la Sanidad le expresó que ningún plan económico se podrá sostener si antes no se acuerda con el FMI. Distinta será la negociación con los acreedores privados, sobre los cuales Daer le dijo al Presidente que “tendrán que esperar o aceptar una quita”. Para Daer, antes que los acreedores privados “está la deuda social que existe en la Argentina”.

Sobre el final del encuentro, y con el café ya servido, Daer se puso a disposición y a mantener este tipo de reuniones “más seguido” y, si son necesarias, en Olivos y fuera de las luces de las cámaras de TV.

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