La donación de sangre es un acto de solidaridad y responsabilidad que todos deberíamos considerar en nuestra cotidianeidad. A veces, solo nos damos cuenta de su importancia cuando nos afecta de cerca, ya sea por necesidad propia o de un ser querido.
La secretaría de Salud refiere que, en nuestro país el sistema de donación de sangre funciona de manera eficiente y se basa en la solidaridad de los ciudadanos.
Este dato impactante debería ser motivo suficiente para que cada uno de nosotros se anote en la agenda y vaya a donar. Sin embargo, es importante comprender por qué adquirir este hábito es tan importante.
Según la ley argentina, la atención médica de una persona en tratamiento o internación no puede depender de su aporte de donantes. Esto significa que todos tenemos el derecho a recibir la mejor atención médica posible, pero también implica que el buen funcionamiento de los bancos de sangre depende de los donantes voluntarios.
Es necesario que las donaciones de sangre sean constantes para satisfacer la demanda. Si el 5% de los ciudadanos donara dos veces al año, se cubrirían el 100% de las necesidades del país. Sin embargo, aún falta sangre.
Para convertirse en donante de sangre se deben cumplir ciertos requisitos. Se puede donar sangre a partir de los 17 años, además, es necesario gozar de buena salud, tener un peso mínimo de 50 kg, haber ingerido alimentos y líquidos previamente, haber dormido al menos 6 horas y sentirse bien en el momento de la donación.
La colecta se realiza en el Servicio de Hemoterapia del Hospital Municipal “San Vicente de Paul”, todos los miércoles de 8 a 13hs.
