Richard Bissen, el alcalde de Lahaina, antigua capital del archipiélago y una de las zonas más turísticas de Hawái, estimó que el 80% de la ciudad quedó completamente destruido debido a las llamas, avivadas por el huracán Dora.
En tanto, el papa Francisco expresó su «solidaridad con aquellos que están sufriendo esta tragedia» y dijo sentir «una profunda tristeza«; en un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin al Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Christophe Pierre.
Los focos ígneos comenzaron en la madrugada del martes y su rápido avance puso en peligro viviendas, empresas y servicios públicos, como a más de 35 mil personas en la isla de Maui, donde el fuego arrasó el 80% de Lahaina, en la costa oeste de esta isla.