El ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, confirmó que la sustancia adulterada que mató a 24 personas y llevó a internar a más de 80 contenía piperidina, un precursor del fentanilo. «Estuvimos a nada de una tragedia masiva», dijo el funcionario y reveló que «las víctimas contaron que en cuestión de minutos ya sentían que se morían».
En los operativos realizados por la policía bonaerense se secuestraron 25 mil dosis que estaban listas para ser comercializadas y se espera que la Justicia apruebe nuevos allanamientos para poder dar con algunos sobrantes de las dosis adulteradas. Berni explicó en diálogo con C5N que la piperidina es «un precursor del fentanilo» que se clasifica «dentro de los opioides, sustancias que son anestésicos y analgésicos». Sin embargo la sustancia «estaba en forma de clorhidrato, pero no como clorhidrato de cocaína».
Desde la oposición cruzaron al ministro de Seguridad por el narcotráfico en Buenos Aires, pero también recibió críticas de su par nacional, Aníbal Fernández. Frente a los cuestionamientos Berni destacó que hace falta «pensar en políticas de prevención y políticas de rehabilitación, dos temas que son pendientes en Argentina». Asimismo, planteó la nacesidad de estar atentos al microtráfico de drogas, al que apuntó como generador de «un ecosistema» social.
Al referirse a los líderes de la oposición, el funcionario indicó que le parece «una estupidez» comparar las gestiones en el tema de las políticas de droga o el narcotráfico y sentenció: «La política hoy está impregnada de mezquindad».
Cabe destacar que la piperidina, sustancia que se hallaba en el paquete que se vendía como cocaína a los consumidores, es un líquido claro e incoloro que tiene un olor dulce: se usa para fabricar aromatizantes y solventes y en la industria farmacéutica, entre otros. Al ser inhalada puede generar complicaciones entre las cuales se cuentan irritación nasal, en la garganta, causar tos y sibilancia (respiración con silbido); o bien, al entrar en contacto con la piel, puede generar irritación o quemaduras severas, así como también es capaz de causar náuseas, vómitos, salivación, dolor abdominal, debilidad muscular, fatiga, depresión e irritabilidad. A largo plazo pueden presentarse también efectos crónicos en el hígado y los riñones.
«Un precursor del fentanilo significa un paso previo, es decir que a eso le agregas distintos elementos y llegás al fentanilo», explicó, por su parte, el médico Rodrigo Salemi, quien concurrió al laboratorio donde se analizó una muestra de la droga envenenada. Y aclaró que «ese es el precursor que nosotros encontramos en la droga adulterada que mató a tanta gente». «Se puede fabricar en cualquier lado porque no es detectable: no tiene olor, no tiene sabor», alertó el experto.
EL CASO
Todo comenzó el jueves 3 de febrero pasado. «Durante la madrugada los ingresos y consultas al sistema de salud fueron en su mayoría casos leves que quedaron en observación y no se requirió interconsulta con el Centro Provincial de Toxicología. Estos casos refirieron alteración del estado de conciencia, vómitos, mareos y cefalea», informó el gobierno bonaerense mientras las internaciones aumentaban minuto a minuto.
Tras conocerse los primeros casos de intoxicación Berni pidió «descartar» la droga comprada en las últimas 24 horas y poco después aseguró que debido a la magnitud del hecho «podríamos tener 2.500 muertos».
Por su parte el Ministerio de Salud bonaerense emitió una alerta epidemiológica por «intoxicación por consumo de cocaína adulterada». «Tras la difusión del caso, después del mediodía (del miércoles), se multiplicó la cantidad de casos que llegaron a los hospitales con una gran intoxicación: ingresaron inconscientes y en muy mala condición», describieron los investigadores sobre la virulencia del envenenamiento y contaron: «Muchos mienten sobre dónde compran los estupefacientes, pero en este caso no fue así: todos señalaron Puerta 8. Y todos se descompensaron después de consumir en sus domicilios, incluso varios murieron en sus casas». También en la calle.
Los agentes de la Policía Bonaerense comenzaron a trabajar de inmediato y en una de las entrevistas uno de los internados apuntó al barrio conocido como Puerta 8: un asentamiento sumamente precario ubicado en Campo de Mayo, en la cuenca del río Reconquista y en la localidad de Tres de Febrero.
El fiscal general de San Martín, Marcelo Lapargo, lo describió como «un lugar habitual de venta de droga al por menor» al que «se ha allanado varias veces». No obstante, sostuvo que este es un hecho de una naturaleza diferente: «No es algo habitual, este hecho es absolutamente excepcional, no tenemos ningún antecedente, lo cual lleva a pensar que la sustancia que sea, porque aún faltan las pericias toxicológicas, ha sido incluida intencionalmente, no parece ser un error en el procesamiento del material», remarcó.
En ese marco las fuerzas de seguridad detuvieron a quien habría sido el «dueño» de la droga adulterada: se trata de Joaquín Aquino, más conocido como «El Paisa» y quien fue arrestado en José C. Paz. Junto a él hubo otros siete detenidos en el fuero federal, acusados de distribuir la cocaína que causó la tragedia y quienes la habrían vendido solo durante la noche del martes, luego del partido de por las eliminatorias del Mundial de Qatar que jugó la Selección argentina contra Colombia.
