Desde este jueves el uso de los barbijos ya no es obligatorio en ámbitos laborales, educativos y recreativos de la provincia de Buenos Aires, pero en La Plata la medida ya estaba vigente por decisión del intendente Julio Garro. La diferencia de criterios motivó fuertes cruces entre el Municipio y la Provincia y en las últimas horas esa pelea sumó nuevos capítulos.
«Lo que hizo el intendente de La Plata no tiene sentido. No ha hecho esfuerzos y no los hace para contener la pandemia y sólo genera caos y confusión», declaró Nicolás Kreplak, apuntando directamente a lo sucedido en la ciudad sobre el fin de la obligatoriedad en el uso de los tapabocas.
El funcionario bonaerense se diferenció de la medida impulsada por la Comuna local y sostuvo que, en este caso, «la decisión tiene que ver con cómo va evolucionando la pandemia y las medidas que se van tomando». «Desde el pico han bajado mucho los casos y las internaciones. Con las vacunas tenemos más del 80 por ciento de niños de 3 a 12 años y el 95% de mayores vacunados», añadió al respecto.
«Estamos convencidos que el barbijo es una herramienta para evitar los contagios», agregó Kreplak, quien en su momento defendió fuertemente el uso de los tapabocas; y destacó: «Hemos aprendido con el uso de barbijo como cuidarnos y todo esto que se ha logrado nos permite estar un paso adelante en esta epidemia».
«También comenzamos con la vacuna contra la gripe para el personal de salud y menores entre 2 y 24 meses y personas mayores de 65 años. Esto muy importante y debe valorarse», sostuvo el titular de la cartera de Salud, en diálogo con Radio Provincia.
A horas de la confirmación de aquella decisión, Garro lanzó un filoso dardo contra las autoridades provinciales y las chicaneó por las fuertes críticas que en su momento le hicieron a raíz de la decisión tomada en la ciudad. «Es un gesto de grandeza que reconozcan que las críticas que hace solo tres semanas nos hicieron eran infundadas», dijo el Jefe Comunal, remarcando que su Gobierno se había anticipado.
En este cruce queda reflejado la tensa relación que mantienen Kreplak y Garro, algo que parece agudizarse con el correr de los días, y si bien el objetivo de ambos es tener la menor cantidad de contagios, los métodos utilizados difieren entre uno y otro.
