El homicida de Rocío González, la joven de 25 años asesinada en la ciudad Saladillo, fue detenido este martes en un campo de la ciudad bonaerense de Las Flores, informaron fuentes policiales.

El femicida, identificado como Renzo Eduardo Chidichimo, también de 25 años, fue hallado por los efectivos policiales en un campo denominado «La Vanguardia», después de ser buscado intensamente por las autoridades en los últimos días.

González fue asesinada a balazos por Chidichimo, quien era su compañero de trabajo en Saladillo y tenía hacia ella una restricción perimetral.

Renzo Eduardo Chidichimo, de 25 años, ultimó a una empleada de su misma edad a la que vivía acosando.

Renzo Eduardo Chidichimo, de 25 años, ultimó a una empleada de su misma edad a la que vivía acosando.

El hecho ocurrió el pasado jueves en la sede de la compañía de alarmas ubicada en Ibáñez Frocham al 2800 y la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Zonal General Posadas, donde falleció.

Según se informó, Chidichimo acosaba sexualmente a la joven y que, por tal motivo, la Justicia le había dictado la restricción perimetral.

La causa está a cargo de la fiscal Patricia Hortel, de la Unidad Funcional Número 2, y de la jueza Patricia Noemí Altamiranda, titular del Juzgado de Garantías Número 7.

La frase del femicida de Saladillo antes de matar a Rocío

Una tía de la joven contó que el acusado la amenazó dos días antes del crimen y le advirtió que “disfrutara porque ya le quedaba poco”.

Se trata de Mariana González, quien relató que su sobrina le había contado a su padre sobre esta nueva amenaza del prófugo Renzo Eduardo Chidichimo.

Además, comentó que ella tenía previsto denunciarlo ante la Justicia el viernes pasado, pero fue asesinada el día anterior.

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«Dos días antes de lo sucedido, ella le comentó a mi hermano que este señor le había dicho que contara los días, que disfrutara porque ya le quedaba poco», recordó Mariana en una entrevista televisiva.

Según la mujer, el agresor «fue directamente a matarla” y lo tenía todo “premeditado” y «pensado», al punto que “no le dio tiempo de apretar el botón antipánico” con el que contaba Rocío a raíz de las denuncias previas que pesaban sobre él.

La mujer sostuvo que había una restricción de acercamiento, pero que el presunto femicida “no acató la ley”. “La quemó”, describió sobre el ataque a tiros que sufrió su sobrina.

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