Como cada 5 de diciembre, este lunes celebramos el “Día Mundial del Suelo” con el objetivo de concienciar sobre la importancia de un suelo sano y luchar por la gestión sostenible de los recursos, bajo el lema «Los suelos, origen de los alimentos».
En los últimos 70 años se ha registrado una importante pérdida de nutrientes en el suelo, lo cual afecta directamente la calidad de los alimentos y la consecuente deficiencia de micronutrientes en la alimentación de las personas denominada “hambre oculta”.
La pérdida de los nutrientes del suelo es uno de los principales procesos de degradación que amenaza la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.
El suelo como sistema vivo es un mundo complejo de organismos, materia orgánica, nutriente y mineral que son la fuente de alimentación para seres humanos, animales y plantas. Para dimensionar la complejidad, diversidad e importancia del suelo, se estima que hay más organismos vivos en una cucharada de suelo que personas en el planeta.
Es importante que tomemos conciencia, ya que un suelo saludable genera múltiples beneficios ecosistémicos, entre ellos, favorece la biodiversidad, mejora la absorción de agua, aumenta la captación de carbono y la producción de alimentos sanos, seguros y soberanos.
Todos podemos colaborar con el cuidado y conservación de los suelos a través de acciones simples y cotidianas, entre ellas, disponer adecuadamente los residuos en los sitios correspondientes para cada corriente,
Una forma de cuidar el suelo es depositar el aceite vegetal usado (AVU) en las campanas naranjas (Secretaría de Obras y Servicios Públicos, en Juárez 375 y en Juan Manuel de Rosas y Neuquén sobre el playón del supermercado) en botellas plásticas bien cerradas.
Otra forma de proteger nuestros suelos es a través de la incorporación de mulching o acolchado vegetal con el chipeado de poda que se encuentra disponible para el retirar de forma libre y gratuita en el Centro Cultural Municipal Vieja Estación. Este elemento brinda protección al suelo contra la erosión y conservación de humedad de la tierra reduciendo la evaporación del agua, protege las raíces de las temperaturas frías o el calor, aporta nutrientes y evita el crecimiento de malezas reduciendo el uso de herbicidas, aumenta la biodiversidad y la actividad biológica gracias al aumento de la población microbiana en el suelo.
Conservar el arbolado público urbano y plantar árboles en los sitios dónde se han perdido, en lo posible especies nativas que favorezcan la biodiversidad. Realizar compostaje domiciliario, ya que se disminuye significativamente la disposición final de residuos orgánicos y se obtiene un abono natural de excelente calidad para la huerta o el jardín. Crear una huerta propia, fomentar la producción y consumo de productos agroecológicos, locales y de cercanía.
Desde la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable saludamos a quienes colaboran en las acciones ambientales que se proponen e invitamos a aquellos que aún no comenzaron, a mejorar nuestros suelos con acciones simples.
