Una jueza de Comodoro Rivadavia que integró el tribunal que condenó a perpetua a un asesino fue filmada en situación íntima con el recluso. Fue sumariada pero dijo que el encuentro se dio en el marco de un libro que está escribiendo.

Una mujer está sentada en el piso tomando mate junto a un hombre, se hablan muy cerca, cara a cara; de pronto ella saca su celular, se toman una selfie y parecen besarse una vez. Y otra. Las imágenes son difusas, no del todo claras porque son del registro de una cámara de seguridad.

La escena es del 29 de diciembre de 2020 en el interior del Instituto Penitenciario Provincial (IPP) de Trelew, provincia de  Chubut y los protagonistas son la jueza de Comodoro Rivadavia, Mariel Alejandra Suárez y el condenado a reclusión perpetua Cristian Omar Mai Bustos, es decir: la magistrada y su sentenciado.

La difusión de la grabación se dio porque Suárez -que integró el tribunal que le dio perpetua a Bustos, aunque había pedido una pena menor- fue sumariada por «conductas inadecuadas» por el Superior Tribunal de Justicia, quien incluso podría destituirla.

Sin embargo la magistrada no sólo rechazó la posibilidad de renunciar a su cargo a raíz de esto sino que además aseguró que fue a visitar a Bustos en el marco de una «investigación periodística» ya que -aseguró- «estoy haciendo un libro con esta persona por su historia».

La jueza afirmó que era la segunda vez que veía al recluso, el cual fue condenado a perpetua por matar a su hijastro, un bebé de nueve meses, y luego asesinar a un policía en una balacera años más tarde, mientras estaba prófugo por el primer caso.

Mirá También:  San Luis: fue a cazar jabalíes y terminó matando a su amigo de un disparo

«Lo condené y le dicté la prisión preventiva porque no tengo ningún vínculo afectivo con él. Y a pesar de eso, él tomo confianza conmigo para contarme su historia», ensayó Suárez como descargo.

Cristian Omar Mai Bustos, condenado a perpetua por asesinar a un bebé y a un policía, y la jueza Mariel Suárez. Archivo.

Cristian Omar Mai Bustos, condenado a perpetua por asesinar a un bebé y a un policía, y la jueza Mariel Suárez. Archivo.

 

«Lo vi durante el juicio y luego tuve un mini contacto cuando lo trasladaban de Esquel a Trelew avisándole que me iba a contactar con su defensora para pedirle autorización para poder tomar contacto. No tengo una relación sentimental, simplemente es una relación de tipo laboral posterior a la entrega de mi sentencia», añadió.

«Le propuse a la defensora hablar con su asistido y tomar contacto con la vida de esta persona. Su historia, su versión de los hechos, que yo entendí creíble en el debate, por eso voté por una pena menor», se justificó. Ante la contundencia de las imágenes aclaró que «no teníamos una relación íntima, es una relación de tipo laboral. Yo escribo a nivel periodístico».

Besos no, mates sí

«Estábamos tomando mate. Yo recuerdo que le había llevado comida», dijo Suárez acerca de la grabación del pasado miércoles en la prisión de Trelew.

«Llamó mucho la atención que me haya sentado en el piso, que lo haya humanizado y tratado bien. Hay un acercamiento que obviamente es distinto del acercamiento de un juez con la persona condenada. Acá pasó a otra etapa», dijo a la vez que adelantó que hará su descargo «para que vean que el trabajo es real», y anticipó que el libro se titulará «Los cuatro de Corcovado».

Mirá También:  Cumbre de Macri y aliados para intentar encarrilar la crisis

«Teníamos que mantener mucha privacidad por el índole de las cosas que estábamos hablando», dijo la magistrada en declaraciones a TN, quien al ser consultada sobre si existió un beso, afirmó: «No, en ningún momento».

Momento de selfies y mates entre la jueza Suárez y el doble asesino. Captura.

Momento de selfies y mates entre la jueza Suárez y el doble asesino. Captura.

«En muchas oportunidades tuvimos que hablar muy bajo y en secreto porque había personas en los alrededores y no sabía si las cámaras nos estaban escuchando. No era el ambiente propicio para que esta persona me contara todo. Entonces teníamos que de alguna manera delimitar el tipo de conversación», argumentó y calificó el encuentro como una charla «descontracturada».

«A raíz de una comunicación formal dirigida a los Ministros en feria se tomó conocimiento de un encuentro requerido por una jueza penal de la circunscripción de Comodoro Rivadavia y un recluso alojado en dicho centro penitenciario, considerado de alta peligrosidad y recientemente condenado en el marco de un juicio oral y público sustanciado en la ciudad de Esquel», detalla el parte oficial del Superior Tribunal acerca de este inusual hecho.

«De los datos comunicados desde el Instituto Penitenciario surgen que la jueza habría incurrido en conductas inadecuadas para un magistrado. Las actuaciones se dirigen a dilucidar las circunstancias de dicha reunión entre una magistrada y un condenado, el tenor del encuentro, su extensión en el tiempo y las características del mismo, que puedan implicar violaciones a la Ley de Ética Pública y/o al Reglamento Interno General del Poder Judicial», agrega el comunicado.

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *