Nicolás Kreplak, ministro de Salud bonaerense, salió al cruce de la modificación en el régimen de residencias nacionales que anunció el gobierno de Javier Milei. Para ello, expuso las decisiones adoptadas en los últimos años con el objetivo de mejorar el pasar de los residentes que dependen de la provincia de Buenos Aires, como una paritaria abierta, la reducción horaria de las guardias o la eliminación del sábado laboral. Desde la órbita gremial preparan un paro nacional y movilización para el 17 de julio.
En medio de la crisis que atraviesa el Hospital Garrahan y el Posadas, la gestión de La Libertad Avanza dejó de considerar como trabajadores bajo el régimen de empleado público a los residentes y los reubicó bajo un programa de becas que erosiona derechos como el aguinaldo, licencias o la cantidad de horas de trabajo. Ante la nueva medida, Kreplak advirtió en su cuenta de la red X que a contramano de lo que necesita el sistema de salud, el Gobierno nacional decidió “flexibilizar, ajustar y precarizar el trabajo de residentes”.
«En la Provincia de Buenos Aires, esto no va a suceder«, aclaró Kreplak. El titular de la cartera sanitaria provincial marcó las diferencias con el régimen provincial, donde, por ejemplo, más del 50 por ciento de los residentes médicos en la provincia de Buenos Aires cobra por encima de 1,2 millones de pesos. También señaló que, durante la gestión de Axel Kicillof, se incorporó un plus por hijo y por baja cobertura, así como el nombramiento en planta permanente dentro de la institución donde se realiza la formación del residente con una bonificación del 40 por ciento del salario.
“Las residencias son el corazón de nuestros hospitales y el Estado tiene la responsabilidad de garantizar la formación de calidad, que no haya sobreexplotación, y que no se utilice mano de obra barata”, resaltó el ministro. “Esta medida pone en riesgo todo eso”, sentenció.
La referencia es a la última acción de la gestión libertaria que, a juicio de Kreplak, bajo la modalidad de exponer una supuesta mejorar salarial, licúa los derechos laborales adquiridos por los residentes.
El texto publicado por la gestión libertaria explica que, desde ahora, se podrá cursar la residencia bajo dos modalidades y cada estudiante deberá elegir por una de ellas. Está la beca Institución, en la que el residente firma contrato directo con el hospital en el que se forma. Es una beca que se cobra “sin descuentos de aportes ni cargas sociales”.
La otra opción es la beca Ministerio, donde el contrato es con el Ministerio de Salud de la Nación. Aquí están presentes los descuentos habituales por aportes y obra social, y donde la institución donde se presta el servicio se hace cargo de los seguros, como ART y mala praxis.
Según Kreplak, la primera opción propuesta por el gobierno de Milei “amenaza” el sistema previsional del personal de la salud. “¿Cómo vamos a permitir que después de 5 años de trabajo, no haya aportes jubilatorios? Eso no puede ser opcional. Es una pérdida de derechos encubierta”, apuntó el ministro bonaerense.
De forma antagónica, planteó que, desde que asumió Kicillof en 2019, las decisiones políticas en la materia apuntan a que “las y los trabajadores de salud estén en el centro de la política pública, y así va a seguir”.
“Una calamidad”
Las residencias están inscriptas bajo la Ley Nacional N° 22.127 y luego cada jurisdicción establece su propio reglamento. Las residencias son una formación de posgrado que dura entre 3 y 4 años, según la especialidad, y que comienza una vez que los estudiantes obtienen su título de grado en la facultad. Tras rendir un examen único e ingresar a un ránking que conjuga el resultado de la prueba con el promedio con el que se recibió de la carrera, adjudica para las vacantes de una jurisdicción puntual. Puede ser una provincia, Capital Federal o bajo la órbita del Gobierno nacional. En cada caso, el reglamento es distinto.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, Kreplak y el gremio médico, el CICOP, llegaron a un acuerdo paritario que incorporó una serie de beneficios históricamente reclamados por los trabajadores y que, comparado con el reciente régimen anunciado por la Nación, “es hablar del día y la noche”. Así lo define Pablo Maciel, titular de CICOP, gremio que representa los trabajadores de la salud bonaerense.
Maciel detalla que la provincia cuenta con alrededor de 5 mil residentes. “Es una calamidad lo que están haciendo, pero hay que ver si se consolida”, adelanta el dirigente. Previo a una reunión con los abogados del sindicado, señala que se está deliberando la estrategia judicial pero que hay una acción consensuada: “el 17 de julio habrá paro nacional y movilización a Plaza de Mayo”.
El referente gremial pone en valor que en la provincia de Buenos Aires las jornadas laborales para los residentes son de 8, las guardias no superan las 12 horas, y el trabajador se integra a la planta permanente del hospital donde lleva adelante el posgrado.
A su juicio, la gravedad de la decisión nacional provoca que cada director de hospital o dueño de una clínica privada donde se realicen residencias tendrá la potestad de definir una serie de condiciones por fuera de cualquier norma centralizadora del Estado. “Es una locura”, remarca.
Sorpresivo y sin diálogo
Como agravante de la situación, Kreplak indicó que el lunes 10 de junio se llevó a cabo la última reunión del Consejo Federal de la Salud, el cual reúne a todos los ministros de Salud de las 23 provincias argentinas y la Capital Federal. En reunión con las autoridades nacionales, no hubo mención al tema.
“Así se gobierna hoy, sin diálogo y sin respeto por las jurisdicciones”, criticó el funcionario provincial. Con la nueva normativa establecida bajo la Resolución N° 2109/2025 del Ministerio de Salud de la Nación se modificó lo reglado por la N° 1993/2015, un texto que en su momento impulsó, paradójicamente, el mismo Kreplak en su rol de viceministro nacional.
Si se comparan ambos regímenes, lo que queda claro es la salida del régimen de empleo público para quienes decidan transitar su residencia en la modalidad beca Institución. Esto provoca un cambio de una centralidad formalizada a una descentralización informal.
Así, la nueva beca no contempla los descuentos previsionales, tampoco un aguinaldo asegurado porque dependerá de la institución que lo contrate, abre la posibilidad de descuentos del monto de la beca si hay carga horaria reducida y deja en manos del empleador las sanciones en vez de estar regidas por el régimen de empleo público.
En lo que respecta a las guardias, la normativa anterior establecía guardias de 12 horas, hasta dos por semana, con un descanso postguardia que está incluido en la carga horaria. Ahora, las guardias serán de 24 horas, se respeta el límite de dos por semana y con reducción de la jornada laboral del día posterior, aunque no se determina si es inmediatamente post guardia.
También hay cambios para las licencias por maternidad. Nuevamente queda descartado el régimen de empleo público. En la vieja reglamentación, estaba asentada la posibilidad de extender la contratación de la residente por 6 meses más si suspendía su formación por maternidad. Ese artículo desaparece con el nuevo reglamento y las residentes pueden perder la regularidad si tienen complicaciones en sus embarazos.
Todo el combo de modificaciones llega inmediatamente después de que miles de graduadas y graduados rindieron el examen para ingresar al sistema. “Hoy, el gobierno les cambia las reglas de juego, un destrato absoluto a quienes eligen formarse y comprometerse con la salud pública”, subrayó Kreplak.