Impugnaron por irregularidades las elecciones del sindicato municipal platense aliado de Julio Garro. Tanto desde otras organizaciones gremiales como desde grupos que integran los propios afiliados los acusan Sindicato de Trabajadores Municipales de La Plata (STMLP) por querer buscar protección para los militantes políticos afines al actual oficialismo, de cara al recambio gubernamental.

La Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo de la Nación impugnó las elecciones realizadas ayer en el STMLP, ante la presentación de un grupo de afiliados que las consideró «truchas».

Se trata del sindicato que conduce Darío Alfano, aliado del intendente Julio Garro, y la movida tendría el objetivo central de garantizar la continuidad de los puestos políticos de los militantes del PRO, convirtiéndolos en delegados.

Nos enteramos por casualidad que había elecciones en dos días, cuando fuimos al sindicato a interiorizarnos, nos dijeron que no podíamos competir, porque la lista ya estaba cerrada. Y los que la integran son nuestros jefes”, dice un fragmento de la presentación de los afiliados al STM.

Ricardo Bradley es abogado especializado en temas sindicales y tuvo a su cargo la presentación del escrito ante el ministerio de Trabajo de la Nación, que obtuvo una pronta y favorable respuesta. Cuenta que “la elección de delegados es una potestad de las organizaciones sindicales, consagrada por la ley, pero a la vez debe respetar los principios básicos de proporcionalidad, transparencia, libertad y democracia sindical. Acá no se respetó ninguno”.

Detalla el letrado: “Primero, Alfano de buenas a primeras decidió convocar a elecciones sin que nadie tenga la oportunidad de enterarse ni de presentarse. Luego, lo habitual es que haya aproximadamente un delegado cada 100 trabajadores. No sabemos cuántos trabajadores tiene la ciudad, porque Garro se niega a publicar el dato, pero 300 es claramente un número desproporcionadamente alto. La proporcionalidad se mide tanto respecto al total de trabajadores como al de afiliados”, detalla.

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Bradley sostiene que “en la respuesta, el ministerio plantea la necesidad de evitar que la figura del delegado sindical sea utilizada con fines espurios, que es justamente lo que observamos acá». «Por eso le pidió que presente la documentación necesaria para acreditar la convocatoria, el acta de comisión directiva donde se toma la decisión, el padrón utilizado, entre otras cuestiones”, señala. Y agrega: «Muchos de los que aspiraban a ser delegados, en realidad son jefes, y en muchos casos jefes que en estos años han tenido actitudes antisindicales y de persecusión. Pretender que los voten rompe el principio de representatividad».

Las cuestiones de la vida institucional de las organizaciones sindicales, según la ley vigente número 23551, tales como elecciones, sanciones y personería, son de exclusiva competencia nacional.

Para entender la maniobra, hay que partir de la alianza entre el secretario general del STM, Alfano, y el intendente saliente, Garro, de Juntos por el Cambio.

En las experiencia electorales en las que Garro resultó triunfador, en 2015 y 2019, algunos de los integrantes de las listas del hasta el 10 de diciembre oficialismo eran personas allegadas a Alfano. Este año, el referente sindical fue un poco más allá y hasta se sacó fotos militando con la remera de Garro. Desde hace tiempo es el interlocutor preferido de Garro para las paritarias, relegando al SOEMLP y a UPCN. La consecuencia de ese acuerdo son salarios de entre 70 y 80 mil pesos y un creciente malestar entre los trabajadores, que se expresa en la denuncia de la maniobra.

Desde el otro sindicato, el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de La Plata (SOEMLP), calculan que los militantes que ingresaron a la gestión de Garro lo hicieron con «sueldos muy altos para la media de la municipalidad». «Durante años nadie supo dónde estaban y de repente empiezan a aparecer en las planillas de asistencia, y son los mismos que ahora querían conseguir status de delegados”.

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También este sindicato accionó legalmente, para impedir que se consumara la elección. Creen que si lograban su objetivo de garantizarse la continuidad, además de financiar la estructura política del PRO, iban a intentar entorpecer la gestión de Julio Alak.

«El supuesto y pretendido acto electoral únicamente tiene por objeto designar como delegados  a personal político de la administración saliente, en franca violación a elementales principios de democracia y representatividad sindical», señalan.

Irregularidades

La elección, que a pesar de la impugnación se realizó el pasado jueves 30, pretendía elegir nada menos que 300 delegados. “Poner cinco urnas en simultáneo ya es una logística complicada, trescientas es imposible e impracticable. Para colmo, con algunas en la sede sindical”, cuentan los denunciantes, con experiencia en este tipo de elecciones.

La otra irregularidad tiene que ver con la convocatoria. Según el estatuto, debe hacerse con una anticipación mínima de diez días. “Acá se pegó la convocatoria en una cartelera, se le sacó foto y enseguida se arrancó”.

Luego, la condición de delegado sindical es para los trabajadores, no para los jefes ni los puestos políticos nombrados por el Ejecutivo. A los denunciantes les llamó especialmente la atención la postulación de Gabriela Gramajo, administradora de la delegación municipal de Echeverry, cuya designación establece claramente que se trata de personal superior sin estabilidad, dependiente de la secretaría de Gobierno.

El expediente lleva el número 142501847, con fecha 29 de noviembre. En él se dispone la suspensión de las elecciones, que el aludido sindicato desacató, y el envío de toda la documentación pertinente, y lleva la firma de Liliana Rosa Guzmán.

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Antecedentes

Meses atrás, el uso de los recursos municipales platenses para financiar la política del PRO saltó a la discusión pública y los medios de comunicación. Fue cuando el senador Juan Pablo Allan decidió enfrentar a Garro en las PASO. Como primera medida, el alcalde tumbó todos los contratos políticos que respondían a ese sector. «Hagan lo que quieran, pero yo no les pago la fiesta», fue la frase que trascendió.

Paradójicamente, Garro es conocido por sus actitudes antisindicales. La más notoria fue su participación en la mesa que pasó a la historia como Gestapo PRO. Allí, aparece en el video secretamente filmado de la reunión en el Banco Provincia, en tiempos de María Eugenia Vidal, en el que el entonces ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, afirma que, si él «pudiera tener una Gestapo para perseguir sindicatos, lo haría».

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