Secuestro récord en operativo de la Aduana
En seguida, el control físico del vehículo encontró una llamativa cantidad de bidones, en una variedad de tamaños. Así, los inspectores de la Aduana le consultaron al conductor —un hombre de nacionalidad paraguaya— que traían y éste aseguró que sólo contenían agua para su consumo personal. Sin embargo, los envases no dejaban de ser curiosos: por un lado, varios no tenían marcas ni rótulos y, por otro, en general poseían tapa a rosca —lo cual resultaba extraño.
Se contabilizaron unos 60 litros de la sustancia, cuyo valor estimado asciende a nada menos que u$s622.500 —más de 190 millones de pesos. Por la maniobra delictiva, en el marco del artículo 866 del Código Aduanero, al chofer podría caberle una pena de 16 años de prisión.