Leonardo Sosa, uno de los fundadores de la organización ultraviolenta Revolución Federal, procesado por incitación a la violencia en varios hechos que fueron la antesala del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, fue invitado a la sesión por la Ley Ómnibus en Diputados, caminó por los pasillos sonriente y se la pasó haciendo posteos en la red social «X». Compartía imágenes del recinto con elogios a libertarios y agravios a peronistas, más otras de la Gendarmería afuera del Congreso en las que pedía textual: «A los zxrdos que se zarpen hoy, CXARCEL O BXALA. Proceda ministra Patricia». La diputada Cecilia Moreau (Unión por la Patria) pidió la palabra, denunció la presencia de Sosa, dijo que había ingresado con una pulsera roja y pidió que se abra un sumario para desentrañar quién en la Cámara se la dio. La Asociación del Personal Legislativo (APL) difundió un comunicado que decía que estaba en la lista de invitados de la diputada de La Libertad Avanza (LLA) Lilia Lemoine.
La visita sorpresa
En su catarata de publicaciones con imágenes de la sesión, que presentaba como una suerte de crónica, Sosa usaba insultos, burlas o halagos según a quien mostrara: «Dos chads, (José Luis) Espert y (Martín) Menem. Revivió la Patria» (chad alude a gente exitosa); «Habla el profe Espert»; «habla el para sito (sic) Santoro»; «kirchneristas a los gritos, están nerviosos?»; «(Nicolás) Del Caño desvariando en vivo, que payaso impresentable»; «el mamarracho que faltaba (enfocando a Máximo Kirchner)». También compartió la foto del agente de Operaciones Motorizadas Federales que llevaba en su pechera el símbolo ultraliberal de la serpiente enroscada: «JAJAJSJS PATRIA», decía su texto. Festejó «están reprimiendo kirchos en el Congreso, éxtasis», además del que le pedía a la ministra de Seguridad «cárcel o bala» para los manifestantes.
Al tomar la palabra la diputada Moreau dijo: «Quiero hacer un aviso y una denuncia pública de que se encuentra en la casa Leo Sosa, uno de los fundadores de Revolución federal que fue parte del intento de asesinato a Cristina Kirchner. Está tuiteando y amenazando diputados, entró con una pulsera color roja, que se distribuyeron desde algún lugar de esta cámara». Al dirigirse a Menem le señaló: «Además de denunciarlo le quiero pedir, porque es nuestra responsabilidad cuando nos toca presidir esta cámara, que cuide la integridad de los diputados y las diputadas. Esta cámara tiene el personal para hacerlo, pero además inmediatamente retire esta persona que está procesada en distintas causas judiciales y abra un sumario para ver quién fue el que lo invitó y le dio la pulsera a este señor Sosa que tanto se ha hecho notar desde este Parlamento en las redes sociales». Al escuchar, Sosa se fue antes de que lo echen, mientras lo buscaban.
Un instructivo explicaba que había pulseras con distintos colores: gris, con acceso al palco, hemiciclo y el Salón de los Pasos Perdidos; para éstos dos últimos lugares pulseras celestes; para Pasos Perdidos, blancas; naranjas para los invitados/as de quienes asumían sus bancas este miércoles y las rojas «para garantizar la seguridad y los accesos en espacios restringidos» (sic). En la asignación intervenían, se supone, la Presidencia (su secretaría administrativa) y en la acreditación Ceremonial y Seguridad. Menem dijo que se investigaría. Sosa relató en «Extra TV» que fue «convocado por un grupo de libertarios, desconozco quién estaba, que armaron una lista, decían ‘chicos quien se quiere sumar mañana para hacer el aguante». «Estoy procesado, no privado de la libertad», se defendió. Dedicó varios tuits con burlas a la diputada Moreau.
Un comunicado que firma el secretario general de APL, Norberto Di Próspero, repudia «las presencias de Sosa y de Yasmín Nadin Arabena», militante libertaria. «Este tipo de personajes ofenden a la democracia y la dignidad humana. Ambos estaban en la lista de invitados de la diputada Lilia Lemoine para la sesión del 31 de enero de la Cámara baja. El cuidado de las y los trabajadores y trabajadoras parlamentarias es fundamental para el buen desempeño del Poder Legislativo, pilar de nuestro sistema democrático», dice. Desde APL confirmaron que también estaba en la lista Dalila Monti, pareja de Morel. Lemoine negó a Página/12 que Sosa fuera su invitado y aseguró no saber quién era. Ella misma había posteado cuatro fotos en el «primer día de sesión para tratar la Ley de Bases». Una era de «la militancia que se acerca a acompañarnos!». El equipo de Argenzuela, de C5N, detectó que en la imagen de los «militantes» se veía a Sosa al fondo.
Historial de Sosa
Sosa fue investigado y está procesado, igual que Morel, por amenazas e insultos a exfuncionarios peronistas y kirchneristas así como por acciones violentas en las calles (con antorchas, una guillotina, bolsas mortuorias) y en la plataforma Twitter Spaces, donde se hablaba de cómo atacar a dirigentes y en ocasiones de cómo matar, incluso (y en especial) a CFK, haciéndose pasar por militantes entre la multitud que iba a darle respaldo a su casa en tiempos del juicio «Vialidad». Esa «técnica» fue la que, en definitiva, usó Fernando Sabag Montiel, el asesino fallido. Sosa y Morel estuvieron el primer día de movilización. Sosa es uno de los que visitó esos días a la vecina del piso de arriba de la exvicepresidenta, Ximena de Tezanos Pinto. El despliegue de Revolución Federal fue en 2022 y para el juez Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal Gerardo Pollicita fue el caldo de cultivo de un espiral de violencia que derivó en el intento de magnicidio.
El año pasado la querella de CFK denunció que Sosa la amenazaba desde su cuenta de «X», desde el acto de cierre de campaña de Javier Milei el 18 de octubre. “La estocada final, Cristina VAS A CORRER!”, decía una de las publicaciones que adjuntaba fotos desde «lugar preferencial VIP». Mientras se votaba el 22 de octubre escribió en la red social: “Mañana CFK vuelve a Bs As. Mañana vuelve Revolución Federal”. A la noche, cuando se conocía que habría balotaje: “DEJAREMOS NUESTRA SANGRE EN LAS CALLES CON TAL DE LLEVAR A MILEI A CASA ROSADA”. Los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira pidieron el secuestro de su celular, su geolocalización desde comienzos de 2023, el análisis de sus redes y una nueva indagatoria. El juez mandó a vigilar sus posteos por un mes y le avisó al Ministerio de Seguridad para que la custodia tomara recaudos si lo creía necesario. Todavía no fue indagado ningún integrante de la familia Caputo –que tiene a dos exponentes en el gobierno, Luis Toto Caputo y Santiago Caputo– cuya empresa Caputo Hermanos le pagó a Morel más de 15 millones de pesos entre el primer día que la organización salió a la calle hasta el atentado.