El intento de Patricia Bullrich por hacerse de la jefatura de una cámara patronal que negocia con Hugo Moyano terminó antes de comenzar: la lista de candidatos que impulsaba la dirigente Florencia Arietto, su mano derecha, no llegó a presentar el mínimo requerido de candidatos para la elección que se desarrolló el viernes, y sólo alcanzó a disputar un comicio paralelo por el control de una fundación, adonde perdió por 28 votos contra 6. La patronal es la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga (Fadeeac), una de las dos principales que negocia la paritaria del gremio de Camioneros.

No es la primera vez en la que el macrismo busca intervenir en el sector transportista para torpedear la hegemonía de los Moyano. Durante la última paritaria, que terminó con un aumento salarial de 107% para el gremio, Arietto sondeó sin éxito entre empresarios una suerte de boicot para frenar el acuerdo que finalmente firmaron Fadeeac y Faetyl, la otra entidad patronal de importancia. En ambas oportunidades lo hizo con el respaldo de unas pocas transportistas referenciadas en el denominado Movimiento Empresario Antibloqueos (MEAB).

Para la elección del viernes Arietto ensayó un armado electoral con un puñado de compañías, varias de ellas nucleadas en la Primera Asociación Empresarios Transporte Automotor de Cargas (Paetac), una entidad ligada a la actividad portuaria con vínculos estrechos con el macrismo y muy refractaria a la figura de Hugo Moyano como contraparte sindical. Ese formato de empleadores es minoría en un rubro donde el exjefe de la CGT construyó una relación sólida y estable tanto con Fadeeac como con Faetyl, a cuyos referentes incluso les abrió las puertas de despachos clave de la Casa Rosada y hasta del propio Alberto Fernández.

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La aventura de la exjefa de Seguridad del club Independiente contaba también con la asesoría legal del abogado Julián de Diego, un laboralista patronal de ideología neoliberal y permanente impulsor de todos los proyectos de flexibilización laboral más drásticos. En el comicio, del que resultó reelecto Roberto Guarnieri hasta 2024 como presidente de Fadeeac, la nómina de Arietto y De Diego no alcanzó a cristalizarse por no haber reunido nombres para completar los 16 cargos ejecutivos previstos en la estructura de la entidad.

Adonde sí llegaron a competir sus delegados fue en la elección para la renovación de autoridades de la Fundación para la Profesionalización del Transporte (FPT), un órgano clave creado en 1992 y que tiene como misión la capacitación de los choferes para la obtención de la Licencia Profesional Habilitante así cómo el dictado de cursos de actualización para los trabajadores. Es una institución determinante además en el vínculo con el sindicato. Allí los auspiciados por Arietto sufrieron una derrota severa por 28 votos contra 6.

Para el equipo que conforman Bullrich y Arietto es un desvelo permanente el señalamiento contra el accionar sindical en general y con el de Camioneros en particular. Con la bandera de oponerse a supuestos bloqueos el tándem echó mano de cada conflicto al que pudo integrarse para denunciar aparentes medidas ilegales por parte del respectivo gremio. En general, de la mano de empresarios asociados a Juntos por el Cambio e integrantes del MEAB. La mecánica se utilizó en casos como el del Parque Industrial Ader, con una disputa con los Moyano, o bien en Lácteos Vidal, una pyme enfrentada con el sindicato de lecheros (Atilra).

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Para la gestión de Cambiemos entre 2015 y 2019 la constante fue busar un debilitamiento de los sindicatos. Lo hizo con una docena de intervenciones a organizaciones gremiales cuyas jefaturas no le respondían. También, con la visita del exministro de Trabajo Jorge Triaca a camaristas laborales para sugerirles que debían «consensuar la jurisprudencia» con aquella gestión, resuelta a impulsar una reforma laboral de derecho o de hecho, tal como declararon varios funcionarios judiciales en una de las causas por la denominada «mesa judicial».

Otro hito fue el hallazgo de un video filmado por servicios de inteligencia en una oficina del Banco Provincia adonde Marcelo Villegas, ministro de Trabajo bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal, se lo veía y escuchaba mientras les pedía a empresarios de la construcción inventar causas contra el gremialista platense Juan Pablo Medina. Otra investigación judicial concluyó que las autoridades de Cambiemos habían preparado una celda para detener a Pablo Moyano.

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