Cerca de un centenar de padres, madres y familiares de los estudiantes del Instituto Benito González de Bernal fueron reprimidos con balas de goma mientras reclamaban explicaciones por el supuesto abuso del que fue víctima una niña de 10 años.

Las familias habían tomado conocimiento a través del grupo de WhatsApp que comparten de la denuncia realizada por la madre de la víctima y varias de ellas se habían acercado al colegio antes del mediodía a retirar a sus hijos, mientras que las autoridades escolares “negaron la existencia de la denuncia y la presencia del acusado dentro del establecimiento”, aseguraron los padres.

Sin embargo, fuentes de la Dirección de Escuelas de la provincia de Buenos dijeron que el martes pasado la directora del establecimiento había informado a la inspectora sobre esta denuncia que había hecho la familia, por lo que se inició una investigación interna con entrevistas a docentes, personal del colegio, directivos, y auxiliares.

«Al momento de suceder los disturbios los inspectores dela provincia de Buenos Aires continuaban dentro de la escuela con las tareas de investigación al resto del personal y a la familia denunciante”, por lo que no pudieron salir a raíz de los incidentes, indicaron los voceros provinciales.

Fuentes de Seguridad bonaerense indicaron que tomaron conocimiento que “un grupo estimado de 80 personas, en su mayoría padres de alumnos del colegio Benito González sito en calle Misiones y Viejo Bueno de Bernal, se encuentran reclamando en relación al hecho de abuso en el cual resulta víctima” una niña de 10 años.

La madre de la menor “radicó la denuncia en la Comisaria de la Mujer y la Familia de Quilmes informando que su hija le mencionó que sentía dolores en sus partes íntimas ante lo que los directivos del colegio recomendaron no radicar denuncia hasta que ellos realicen sus investigaciones”.

La niña mantuvo una entrevista con el equipo de guardia de la Niñez de Quilmes a quienes les aportó rasgos físicos del agresor y mediante la vicedirectora del establecimiento se estableció “que dichos rasgos pertenecerían a dos masculinos hermanos que trabajan en el lugar negándose a aportar datos personales de los mismos”.

Los padres se mantuvieron desde el mediodía frente al colegio ubicado en Viejo Bueno y Misiones, del partido de Quilmes, hasta que alrededor de las 17 algunos manifestantes arrojaron piedras contra el frente del edificio y la policía respondió con balas de goma.

Durante los incidentes, un grupo de manifestantes vandalizó un automóvil gris señalado como propiedad del acusado.

Algunos policías y varios manifestantes debieron ser socorridos por el personal del servicio de emergencias presente en el lugar por las lesiones causadas por piedrazos y la posterior acción policial.

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