La Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) de Neuquén confirmó que entre jueves y viernes de la semana pasada unos 500 trabajadores de empresas contratistas de obra pública recibieron telegramas de despido. Se trata, principalmente, de personal que venía realizando tareas para grandes firmas constructoras (Techint, AESA y SACDE) en la zona de Vaca Muerta, en obras viales o instalaciones vinculadas a la actividad en dicha zona de producción.
«Hay mucha incertidumbre por lo que vendrá en la obra pública», admiten en forma coincidente dirigentes sindicales y directivos empresarios. Después de los dichos del presidente electo, Javier Milei, refiriendo que «no hay plata para la obra pública» y que, las que están en marcha, sólo continuarán si hay financiamiento privado, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) local advirtió que «las empresas que están ejecutando obra pública están en estado de alerta, evaluando paralizar algunas obras o ralentizarlas hasta que haya medidas políticas concretas».
Así se expresó el titular de Camarco Neuquén Giulio Retamal (citado por el Diario Río Negro este fin de semana), quien apuntó que en la provincia hay 22 mil trabajadores que dependen de la construcción, de los cuales la mitad trabaja en obras de infraestructura pública.
Sostuvo que no queda «muy en claro lo que ocurrirá», ya que las declaraciones de Milei dejan un gran espacio a la especulación. Por un lado, dice que «no hay plata» para pagar la obra pública, ni siquiera la que está en ejecución, pero al mismo tiempo afirma que «se cumplirán los contratos, lo cual implicaría seguir pagando los que están en marcha».
También recordó Retamal que Milei aseguró que las obras se harían «a la chilena», es decir siguiendo la modalidad del país trasandino. El titular de Camarco Neuquén precisó que Chile invierte 2,5 puntos del PBI en inversiones de infraestructura, y lo que hace por concesiones a través del modelo de iniciativa privada «no llega al 0,5 por ciento del PBI». Agregó que «incluso en el modelo más pro mercado, en volumen de recursos sigue siendo mayor la inversión con fondos públicos».
Juan Carlos Levi, secretario adjunto del gremio de obreros de la construcción (UOCRA) denunció que el jeves pasado se notificaron 300 despidos y el viernes se sumaron 200 más. Detalló que se corresponden con obras de la calera de Techint y Loma Campana, de AESA y Pecom (SACDE).
«Nunca había pasado algo así después de una elecciones», aseguró. «En las anteriores siempre hubo diálogo, ahora hay una gran incertidumbre y las empresas no quieren arriesgarse»». Los dirigentes de la UOCRA pidieron una reunión con el gobernador electo, Rolando Figueroa, pero admiten que «primero hay que ver qué se plantea a nivel nacional».
«Nadie sabe qué va a pasar después del 10 de diciembre», dijo Levi. Sin embargo, indicó que es de prever que «a fin de año vamos a superar la barrera de 1000 compañeros sin trabajo».
Es que, según expresó Levi en diálogo con la AM 750, la ola de cesantías en la zona de Vaca Muerta podría continuar en las próximas semanas, impulsada por el anuncio del Javier Milei de suspender y privatizar todos los proyectos de obra pública, sin aclaración posterior.
Vaca Muerta, la segunda mayor reserva de gas no convencional y la cuarta de petróleo, a nivel mundial, cuya exploración y explotación se dinamizó a partir de la recuperación para el Estado del control de YPF (año 2012), requirió para su desarrollo diversas obras de infraestructura para dotar a la zona productiva de interconexión y de servicios.
“Hay trabajos en marcha en la ruta 17, que une a la 7 con Añelo, conocida como “la ruta del Petróleo”. Las obras en las rutas 51 y la 7 ya están paralizadas”, remarcó Levi. “Si se paralizan las obras y se privatizan los servicios, van a quedar pueblos olvidados en algunas regiones», advirtió el secretario adjunto de la UOCRA en la misma entrevista.