El sistema de salud de la provincia de Buenos Aires está en alerta por el “exponencial” crecimiento de los padecimientos mentales que afectan a los bonaerenses. Más de la mitad de las camas de guardia están ocupadas por pacientes con algún tipo de malestar o trastorno mental, por lo que el gobierno provincial tuvo que ampliar en un 60 por ciento las camas de internación.
La subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias bonaerense, Julieta Calmels, manifestó preocupación por el “aumento exponencial” de padecimientos mentales en la atención pública de la provincia al señalar que “hay muchos hospitales generales que tienen la mitad de las camas de guardia ocupadas por padecimientos mentales” donde llegan personas con trastornos de angustia y ataques de pánico; con consumos problemáticos o por intento de suicidio.
La funcionaria también detalló que el año pasado las internaciones fueron de un total de 45.785 solo en el sistema público (provincial y municipal), en 2023 el número fue de 42.056, cuando los registros de años anteriores estaban muy por debajo. En 2019 hubo 28 mil internaciones y se lo consideraba el pico más alto hasta los registros actuales. Lo que marca el ascenso vertiginoso que tuvieron este tipo de cuadros en los últimos años.
“El hospital de Florencia Varela, tiene hoy 21 pacientes internados con padecimientos mentales, y era un hospital que internaba muy poco”, ejemplificó la funcionaria, que precisó que dado el aumento de casos la provincia amplió en un 60 por cinto las camas de internación en los hospitales generales.
Además, aclara que en los hospitales psiquiátricos no se cerró ninguna cama de paciente agudo, y que se trabaja en la reforma de las salas de internación de esos hospitales con el objetivo de inaugurar una primera parte este año, y otra el próximo, para atender la fuerte demanda.
“Hay un aumento muy grande de los casos, por lo que hay una necesidad de mejorar el sistema de internación, y sobre todo de lograr la coordinación de ese sistema de internación, con el sistema de emergencias y muchas veces con la intervención en los territorios. Porque un paciente de salud mental puede estar cinco horas con una intervención en el domicilio hasta subir a la ambulancia, muy diferente de alguien que puede llamar a una ambulancia por una apendicitis”, comparó Calmels.
Otra iniciativa que avanza para ampliar el sistema de atención para los pacientes con trastornos emocionales y psicológicos, son los llamados Centros Comunitarios de Salud Mental. El gobierno provincial trabaja en la construcción de 12 de estos centros con obra pública nueva. Lo que demandará una inversión de 8 mil millones de pesos.
Los centros que atenderán en Gonzáles Catán, Florencio Varela, Quilmes, Berisso, Ensenada, José C. Paz, Trenque Lauquen y Mercedes entre otros distritos, contarán con equipos interdisciplinarios que podrán brindar distintas ofertas de tratamiento a los pacientes con padecimientos mentales y acompañaran a las familias. Los niños y adolescentes también contaran con atención especializada, pese a que “el sistema de salud mental en la Argentina todavía viene más atrasado con esta población”, observó la funcionaria.
La Ley de Salud Mental, funciona
Hay un mito que ronda a la Ley de Salud Mental que tiene que ver con la imposibilidad de internar a una persona, sin embargo, hoy se habla que en la provincia de Buenos Aires hay un crecimiento exponencial de este tipo de internaciones, lo que echa por tierra esa critica que se le hace a la Ley 26.657.
Las internaciones por padecimientos mentales actualmente se dan “como último recurso y por el menor tiempo posible, como un momento en un tramo de cuidados”, especifica Calmels, y cuestiona a quienes pretenden “discutir problemas reales, en lugares equivocados”.
“La Ley recoge todos los tratados internacionales sobre la salud mental y tiene la perspectiva más humanista de la Argentina, y lo que propone no es nada muy distinto a lo que pasa en otros países como Estado Unidos, Brasil, España o Italia” dijo, e hizo hincapié en un punto calve de la ley: la reconversión de los neuropsiquiátricos. “Lo que si plantea es la transformación de los hospitales neuropsiquiátricos, porque cualquier persona que los recorre va a coincidir en que eso no puede ser una alternativa para nadie”.
Sin embargo, la subsecretaria no se desentendió del reclamo de muchas familias que se ven con complicaciones a la hora de querer ayudar a un familiar. “La gente tiene razón cuando transmite que es difícil acompañar a un familiar que no se quiere internar o cuando plantean que no saben que hacer después de la internación con esa persona”, por lo que volvió a marcar la importancia de la construcción de los Centros Comunitarios de Salud Mental que son dispositivos intermedios que buscan “que las familias estén menos solas con las situaciones que atraviesan” y pueden acompañar de mejor manera a los pacientes en sus tratamientos.
A su vez, puso en valor las casas de externación, que en la provincia de Buenos Aires ya suman 187. Estas casas permitieron que los pacientes que anteriormente estaban internados en neurosiquiatricos puedan hoy tener una vivienda. Allí, un grupo de entre 4 o 6 pacientes convive junto al personal de salud que les garantiza la continuidad de sus tratamientos.
Respecto sobre los debates que todavía deben darse sobre la salud mental, Calmels señaló que “en la Argentina hay que discutir cómo tenemos más profesionales en los servicios, cómo ponemos plata en la infraestructura para los hospitales generales, cómo construimos sistemas de emergencia capaces de intervenir en la salud mental y cómo formamos a la policía para intervenir mejor”.
Además, Clamels estacó que en la actualidad se comience a percibir a la salud mental “como una esfera de la vida que requiere ser cuidada” y que cualquiera puede tener algún grado de afectación o padecimiento de este tipo en algún momento de su vida.