Aunque el ataque fue a un vigilador, el reciente episodio en el Fernández vuelve a poner en escena una estadística preocupante en el área metropolitana. Los facultativos siguen trabajando con temor.

Luego de que dos personas fueran detenidas por agredir a un empleado de seguridad del Hospital Fernández, en Palermo, un estudio demostró que en los últimos doce meses hubo más de 1.000 ataques en centros médicos públicos de Capital Federal y el Conurbano bonaerense.

En el relevamiento -efectuado por la ONG Defendamos Buenos Aires y el estudio Miglino y Abogados- se destaca que entre abril de 2018 y el mismo mes de este años, se registraron 1.086 episodios violentos hacia médicos y empleados de la salud en hospitales.

Asimismo, el informe deja en claro que «los ataques en hospitales han aumentado un 30 por ciento con relación al último informe», que visibilizó 772 hechos.

«No para de crecer»

«Desde el año 2015 venimos midiendo la violencia contra los médicos y no para de crecer. Los resultados no son alentadores porque 2015 terminó con 366 ataques, 2016 con 486, 2017 con 597 y en todo 2018 fueron 723 casos. El último trabajo anualizado nos habla de un grave problema que no tiene freno», afirmó el director de Defendamos Buenos Aires, Javier Miglino.

Cabe destacar, de acuerdo a lo señalado por Miglino, que se entrevistó a 1.266 médicos y enfermeros de diversos hospitales públicos de la región AMBA.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los más de 900 encuestadores obtuvieron la información de los hospitales de Niños Pedro de Elizalde, Juan Fernández, Lagleize, Rivadavia, Gutiérrez, Tornú, Pirovano, Piñero, Durand, Alvarez, Zubizarreta, Pena, Garrahan e Instituto del Quemado.

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A su vez, en la Provincia de Buenos Aires fue entrevistado personal médico de los hospitales Cetrángolo (Florida); Houssay (Vicente López); Perón (Sarandí); Fiorito (Avellaneda); Carrillo (Ciudadela); Paroissien (Isidro Casanova); Gandulfo (Lomas de Zamora); San Juan de Dios (Ramos Mejía); Balestrini (Ciudad Evita); Mercante (José C. Paz); Manuel Belgrano (San Martín); Eva Perón (San Martín); Meléndez (Adrogué); Evita Pueblo (Berazategui); Eurnekian (Ezeiza); Iriarte (Quilmes); Mi Pueblo (Florencio Varela); y Bocalandro (Loma Hermosa).

Violencia física y psicológica

«En la conversación personal que desarrollamos con los médicos, enfermeros y personal sanitario de cada hospital que evaluamos, se puso de manifiesto que la violencia física y psicológica intrahospitalaria por causas de agresiones externas se ha convertido en el principal motivo de baja de médicos, enfermeros y auxiliares en general, luego de las ausencias motivadas por enfermedades personales», aseveró Miglino.

«Los facultativos -añadió el responsable de la ONG Defendamos Buenos Aires- nos indican que ellos fueron formados para salvar vidas, aliviar dolores e intentar curar enfermedades, no para hacer cursos de defensa personal y prácticas de tiro».

Además, Miglino sostuvo: «Los médicos agradecieron nuestro trabajo y prácticamente el mensaje de todos fue: «Queremos seguir usando un guardapolvo blanco para trabajar, no un chaleco antibalas».

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