El acusado fue detenido después de que la víctima insistiera con su denuncia. El último episodio ocurrió en julio de 2018.

Detuvieron a un hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja desde los siete a los veintiún años de edad. Los abusos se sucedieron durante tanto tiempo porque a pesar de que la niña se animó a denunciarlo cuando tenía trece, los organismos que debían protegerla y la justicia que tenía que investigar los delitos no lo hicieron. Todos esos años, la víctima tuvo miedo de la reacción del abusador. “El manejo psicológico era terrible. Adelante de todos era un señor padre, todos los que lo conocían decían que era bueno, amable, comprensivo, padre de familia ejemplar. Yo sabía lo que era”, contó la joven, que hoy tiene 24 años.

El imputado es Alberto Vitale. A la víctima la llamaremos Victoria, para resguardar su identidad. El 11 de diciembre el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 29, a cargo de Carina Nancy Rodríguez, lo detuvo y le tomó declaración indagatoria, en la que se le informaron los hechos por los que se lo acusa y él se negó a declarar.

La víctima denunció ante la Unidad Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) que los abusos se iniciaron a mediados del año 2002, cuando ella tenía siete años, y vivía con su madre y el imputado en un hotel familiar.

Según el relato de la víctima, Vitale le tocaba los pechos y la vagina, la besaba en la boca y la penetraba sin utilizar profilaxis. Además la obligaba a tocarlo, a practicarle sexo oral y también le practicaba sexo oral a ella. La amenazaba, a su vez, con hacerle daño a su madre, a su abuela y a sus compañeras de colegio si ella contaba algo. Estos abusos sucedían cotidianamente cuando la madre trabajaba o en cualquier circunstancia en que el hombre veía la posibilidad de someterla.

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En marzo de 2008, cuando empezaba séptimo grado, la niña no aguantó más y le contó lo que ocurría a una amiga, quien le recomendó hablarlo en la escuela. Eso hizo Victoria y desde entonces intervino el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. El organismo dispuso su alojamiento preventivo en un hogar transitorio, “Rayuela”, para resguardar su integridad, ya que la madre descreía de los abusos. Asimismo, la Guardia Jurídica Permanente del Consejo efectuó la denuncia ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 32, que delegó la investigación en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 45. “Con la denuncia de 2008 salió impune, ni siquiera pisó Tribunales. Ni siquiera se dieron cuenta que yo desde el primer día les dije que me quería ir (del hogar). Siempre extrañé a mi mamá (a pesar de que ella no me creyó inicialmente porque él la tenía dominada psicológicamente) y a mi abuela. Además me cambiaron de escuela, y en el hogar las chicas eran muy violentas, la pasé muy mal. Tenían 13 años como yo o más y era una violencia entre nosotras… y los responsables no intervenían. Entré en mayo de 2008, aguanté hasta agosto y me desdije para salir. Salí en enero de 2009”, relató Victoria.

A raíz de su declaración, el 17 de diciembre de 2008, Alberto Juan Vitale, que no había sido sometido formalmente a proceso ni llamado a prestar declaración indagatoria, fue sobreseído. “Todos los órganos del estado que tendrían que haber controlado y velado por el bienestar de una niña que denunciaba haber sido víctima la pusieron en una situación sumamente delicada porque se le cortaron todos los vínculos afectivos con sus compañeras de colegio, la separaron de su mamá, y la nena se encontró sola en un hogar donde otras chicas con problemas también la maltrataban. Y obviamente la nena decía ‘cómo puede ser que yo no hice nada y estoy presa en este lugar y el tipo que es el violador está tranquilo en su casa’. De alguna manera la empujan a decir que era todo mentira, cosa que era evidente, y lo que terminan haciendo los órganos de investigación criminal es tomar eso y sobreseerlo. Y lo peor de todo, es que la consecuencia no era solo la impunidad, sino que la nena volvió a la casa y el tipo la siguió abusando nueve años más. Es gravísimo”, dijo Pablo Rovatti, abogado de Victoria, a cargo del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación.

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Esta causa está en el juzgado N° 32, a cargo actualmente de Santiago Quian Zavalía. La querella está pidiendo que se reabra y se pueda tratar en conjunto con los hechos que siguieron después. Debería actuar con celeridad ya que el plazo máximo de prescripción de los delitos son los doce años, que en este caso se cumplirían en marzo de 2020. “Nosotros solicitamos la categoría de delito continuado. Damos argumentos por los cuales este sobreseimiento es un disparate y no hace cosa juzgada; que el reabrir esta investigación no es violar sus garantías constitucionales”, explicó Rovatti.

Sin embargo estos delitos son apenas una parte de la tortura a la que fue sometida Victoria.

A su vuelta del hogar Victoria volvió a convivir con su abusador y “pasó exactamente lo mismo”, contó. Vitale volvió a manosearla, a practicarle sexo oral y, en ocasiones, a penetrarla vaginalmente. La frecuencia durante este período era irregular —entre una y cinco veces por semana, pero a veces pasaban algunas semanas sin que sucediera—. A los diecisiete años, cuando ella se puso de novia, él le decía que era una cualquiera o que nadie podría hacerle las cosas que él le hacía. Además cuando ella necesitaba plata para salir la extorsionaba siempre con tratos sexuales.

El último episodio fue el 30 de julio de 2018, cuando intentó tocarla nuevamente en un encuentro en que ella le pedía dinero para la cuota de internet que él le pagaba habitualmente. Ella reaccionó pegándole una cachetada, y él la amenazó con denunciarla. Ese fue el hecho que la animó a volver a denunciarlo. En principio por estos hechos, y luego, por los anteriores.

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Vitale fue detenido e indagado. Las pruebas de la causa (el testimonio de ella como pieza central, los mensajes de las pruebas del caso Whatsapp que son una confesión, las pericias psicológicas y psiquiátricas que dan cuenta de que ella tiene en su psiquis huellas de haber padecido abuso sexual durante muchos años) hacen pensar que le dictarán prisión preventiva.

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