Se trata de la firma Loimar ubicada en la ciudad bonaerense de Tandil
La planta de Loimar ha sido históricamente una fuente importante de empleo para Tandil, por lo que su cierre, aunque sea temporal, podría tener consecuencias profundas en la economía local. La expectativa es que el diálogo entre la empresa, los empleados y las autoridades permita encontrar una solución que garantice la continuidad de la producción sin sacrificar puestos de trabajo.
Por ahora, el futuro de Loimar permanece en suspenso, y con él, el de muchas familias que dependen de esta histórica fábrica para subsistir.
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