El avance de la nube, que cubrió por completo varias ciudades en el centro de Brasil, obligó a cerrar a comercios y provocó algunos destrozos.
El avance de la nube, que cubrió por completo a varios edificios, obligó a cerrar a comercios y los videos captaron cómo clientes de restaurantes corrían a buscar refugios mientras volaban las sombrillas, mesas y sillas.
Estael Sias, meteorólogo de MetSul, explicó que los fuertes vientos, en zonas de suelo extremadamente seco, levantan restos de quema, polvo y vegetación, elevándose hasta a 10 kilómetros de altura. Todo esto es potenciado por la sequía que persiste en la región, que ha obligado a imponer un racionamiento de agua en algunas zonas.
“Primero viene la tormenta y la nube de tormenta, que generó la corriente de viento más horizontal y desordenó todos estos escombros. Como hace meses que no llueve en esa región, hay mucho polvo, el suelo y la vegetación están secos, y los incendios también han contribuido”, señaó Estael a medios locales.
Además, agregó que el viento que sigue a la tormenta ayudará a esparcir más la arena y se disolverá, como el proceso de la niebla, que es lento pero ayudado por el propio viento.
El hecho rápidamente cobró protagonismo en las redes sociales ya que los testigos comenzaron a subir videos sobre lo que estaba sucediendo en ese mismo instante.
Los satélites del Instituto Nacional de Meteorología mostraron que el municipio de Franca registró vientos intensos de hasta 60 kilómetros por hora.
La Compañía de Saneamiento Básico del Estado de São Paulo (Sabesp) pidió a los residentes que no desperdicien el recurso en la limpieza de los lugares afectados por el polvo.
“Sabemos que el evento atípico de hoy ha traído una gran cantidad de polvo y hollín a los hogares. Pero el municipio está atravesando un periodo de grave sequía, con rotación en el suministro de agua. Es necesario que todo el mundo utilice el agua de forma consciente, sin malgastarla”, comunicó la empresa.
