Martín Soria dijo que es una respuesta a las denuncias que recibió los últimos días

El ministro de Justicia dijo que el expresidente se victimiza porque se conocieron las reuniones secretas en Casa Rosada entre él, los prestanombres de sus empresas, sus abogados personales y los jueces que intervinieron o intentan intervenir en la causa de la estafa del Correo.

El expresidente Mauricio Macri, mientras vacaciona en Europa y presenta su libro, publicó una carta en la que denunció ser víctima de «persecución»acusó al Gobierno Nacional de buscar «venganza» y de hacerle dañarlo a él y a sus hijos, por los avances de la causa del Correo Argentino. El ministro de Justicia, Martín Soria aseguró que «aunque no lo mencione, Macri responde a las revelaciones públicas de la última semana, donde se conocieron las reuniones secretas en Casa Rosada entre Macri, los presta nombres de sus empresas, sus abogados personales y los jueces que intervinieron o intentan intervenir en la causa de la estafa del Correo. Encuentros para garantizar que las empresas de Macri no paguen sus deudas con el Estado». De esas reuniones, según indicó Soria, lo más grave es que también participó el Procurador Interino, Eduardo Casal, «que permitió al entonces Presidente garantizar su insólita desvinculación en la causa penal donde se investiga la estafa del Correo», explicó.

Mediante la misiva publicada en redes sociales, en la que se presenta como víctima, Macri presionó a la jueza de la causa, Marta Cirulli, y a las Camaristas María Lilia Díaz Cordero y Matilde Ballerini, luego de que la Cámara de Apelaciones en lo Comercial decidiera que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires (TSJ) no tiene competencia para tratar el expediente. Ésta había sido la última maniobra de Macri para evitar que el Correo se declare en quiebra, y fue denunciada por la fiscal de la causa, Gabriela Boquín, como un intento de «forum shopping», es decir, un artilugio para que el expediente fuera tratado por un tribunal «amigo».

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«Que Mauricio Macri es un cínico no es ninguna novedad. Tampoco su tendencia a contraer deudas de un lado y otro del mostrador, pero que siempre terminan perjudicando a todos los argentinos. Lo que sí es novedoso es este burdo intento de victimizarse», destacó Soria y puntualizó que «el verdadero temor de Macri es que se haga justicia en la causa del Correo y en todas las que investigan sus manipulaciones judiciales para beneficiarse política y económicamente a costa de todos los Argentinos».

«El Gobierno busca venganza. Buscan dañarme y tienen como objetivo a mis hijos. Ese acto lo ejecutan a través de la Justicia, manipulada por el procurador del Tesoro, Carlos Zannini. De eso se trata el caso del Correo Argentino SA».

Así comienza el texto mediante el cual Macri intentó transformar una causa que los implica a él y su familia desde 2001 por una deuda multimillonaria que tienen con el Estado, en un presunto avance del Gobierno contra la «integridad» de su familia, y «la idea misma de justicia». «Ojalá la Justicia Comercial no quede en la historia como un protagonista responsable de haber contribuido a transformar nuestro querido país en Argenzuela», afirmó el expresidente.

El movimiento de Macri es doble: ubicarse en el papel de víctima de una persecución política y fundamentalmente, una vez más, buscar condicionar al Poder Judicial para que actúe a su favor. El blanco de estas presiones fue durante mucho tiempo la fiscal Boquín –a quién buscaron desplazar por distintas vías–, y en esta carta suma a la jueza Cirulli, Díaz Cordero y Ballerini. «Es bueno que la opinión pública sepa que si la jueza Marta Cirulli llegara a rechazar la propuesta de pago total de la deuda que hizo Correo Argentino, será un oscuro hito histórico que significará la destrucción de la seguridad jurídica en nuestro país», afirmó el exmandatario.

Luego añadió: «será cada vez más difícil, si no imposible, que empresas argentinas y del mundo confíen en invertir y desarrollar empleo en nuestro país. Espero que la Sra. Jueza Marta Cirulli y las Sras. Camaristas María Lilia Díaz Cordero y Matilde Ballerini se den cuenta de que todavía están a tiempo de frenar estos atropellos. Tienen en sus manos la responsabilidad histórica de preservar los tribunales como el último espacio en donde un ciudadano puede encontrar protección judicial ante los atropellos, la corrupción y la venganza».

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En la primera parte del escrito, Macri cuenta una versión distorsionada de la causa del Correo, en la que no sólo desconoce los verdaderos números de la deuda de su familia con el Estado, sino que también se presenta como víctima del kirchnerismo desde 2003, año en el que el entonces presidente Néstor Kirchner rescindió la concesión de la empresa a Socma, del grupo Macri, que había incumplido el pago del canon durante cuatro de los cinco años de concesión –de 1998 a 2001–. La deuda acumulada con el Estado, de ese modo, llegó a ser de 296 millones de pesos, que por la ley de convertibilidad que regía en ese momento era el mismo monto en dólares, a lo que luego se le sumaron los intereses.

En la versión de Macri, «el gobierno kirchnerista rechazó todas las propuestas concursales de la empresa, que siempre contaron con la aprobación de los síndicos y el acompañamiento de la casi totalidad de sus 700 acreedores». «Esta situación anormal se dilató durante los últimos 18 años. Agotados por el atropello político y judicial, y sin expectativas de encontrar justicia, recientemente los accionistas aprobaron el pago del 100% de la deuda y el pago de todos los intereses de esa deuda, según la Justicia determine», continúa el texto. Según el expresidente, también Boquín «rechazó todas las propuestas de pago hechas por Correo Argentino y solo se preocupó por perseguir su quiebra. La fiscal no quiere que el Estado Nacional cobre, quiere que el Correo Argentino quiebre».

Si bien Macri afirma que la última oferta del grupo familiar fue pagar «el 100 por ciento de lo adeudado», lo cierto es que la firma ofreció saldar solo 1000 millones de pesos, lo que equivale a una sexta parte de la deuda. Esta propuesta fue rechazada por el Estado nacional, acreedor central, que pidió la quiebra. También se opusieron la AFIP, el Banco Nación, trabajadores y otros acreedores más chicos. Sin embargo, el expresidente esgrimió que el motivo del rechazo es por una persecución contra él y su familia: «¿Por qué Zannini hace esto? Porque si aceptara que la deuda fuera pagada no podría pedir la quiebra. ¿Y por qué quiere pedir la quiebra? Porque mis hijos fueron accionistas. Esa es la razón. Es la forma de atacarlos para atacarme. Esta es la verdad. No es justicia, es persecución y venganza», sostuvo.

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Sobre el final del texto, Macri afirmó que lo que ocurre con la causa del Correo «es todo lo contrario» a lo que hizo Boquín «con OIL Combustibles, la empresa de Cristóbal López». El empresario Fabián de Sousa, socio del aludido, en tanto, sostuvo como respuesta que «todo lo que expresa el expresidente es lo que me tocó vivir a mí y a mi familia. Observo con mucha preocupación que lo que nos pasó fue un mecanismo perfectamente diseñado por una organización delictiva que él diseñó». Luego, opinó que Macri «busca confundir a la gente confundiendo la persecución que sufrimos nosotros con lo del Correo», y recordó que unos de los principales operadores judiciales del macrismo, Fabián «Pepín» Rodríguez Simón, continúa prófugo.

El intento de Macri con la carta que este domingo publicó en sus redes sociales, tiene que ver con que en el proceso judicial del Correo Argentino ya culminó el período de salvataje y la jueza Cirulli está en condiciones de decidir si decreta o no la quiebra de la empresa.

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