Dos efectivos de la Policía de la Ciudad resultaron heridos con politraumatismos luego de una pelea a palazos y sillazos con un hombre que se negaba a ser detenido al ser denunciado porque insultaba verbalmente a los transeúntes y peatones en el barrio porteño de Belgrano, informaron fuentes policiales.
El incidente tuvo lugar este jueves al mediodía en la histórica glorieta de Barrancas de Belgrano, ubicada a metros del cruce de las calles Sucre y 11 de Septiembre, donde varios efectivos de la comisaría 13 A de la Policías de la Ciudad llegó luego de un llamado de alerta que indicaba que en la zona había un hombre que agredía verbalmente a toda persona que pasaba por al lado suyo.
La agresión atemorizó a varias personas y por ello, tras la comunicación al 911, se acercaran los uniformados policías para lograr calmarlo, aunque todo terminó en una pelea entre sillazos ya que el hombre tomó un palo de madera y lo partió al medio para atacar y evitar ser detenido.
La secuencia de su detención fue registrada con un celular por un vecino que pasaba por el lugar y tras ser subido a Twitter se viralizó en las últimas horas.
Producto de un golpe recibido, uno de los oficiales sufrió traumatismo con escoriaciones en la cabeza y la nuca, por lo cual fue derivado al hospital Pirovano para la realización de placas, en tanto otro efectivo fue diagnosticado con escoriaciones leves, tras ser revisado por una médica del SAME, sin que fuera necesario su traslado.
El hombre fue detenido e imputado por «amenazas calificadas y lesiones», con intervención de la Unidad Fiscal de Flagrancia Área Norte, a cargo de fiscal Norberto Brotto.
Más allá de lo curioso del procedimiento, en redes sociales se replicaron los mensajes en los que se volvió a poner en tela de juicio la imposibilidad de la fuerza de usar sus armas reglamentarias y el debate acerca de emplear, en casos como este, un arma no letal como es la pistola Táser.
Este hecho, que afortunadamente no pasó a mayores, se da en el cierre de una semana que el martes tuvo el asesinato de la oficial Maribel Nélida Salazar en la estación Retiro del subte C, por parte de un hombre que le quitó el arma y la asesinó de dos balazos.
Salazar, de 35 años, se desempeñaba en la Policía de la Ciudad en la División Subterráneos y murió cuando quiso, precisamente, impedir que un hombre violento agrediera a personal de la empresa concesionaria de esa línea del subte.
