Berisso es conocida como «el kilómetro cero del peronismo», porque de los frigoríficos de allí partieron las primeras y más nutridas columnas de trabajadores el 17 de octubre de 1945, en reclamo por la libertad de Juan Perón. Y también podría convertirse en el kilómetro cero de la fabricación de baterias de litio.

La sigla clave es UniLib. Ése es el nombre de la futura fábrica. Emplazada en un predio ubicado en diagonal 113 y 64 de Berisso, perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la planta abarca una superficie de 1500 metros cuadrados, espacio en el que funcionarán todas las etapas de la fabricación de celdas y baterías de litio, dispositivos de almacenamiento de energía valorados por tener mayor volumen de carga y más ligereza que otros materiales, además de ser amigables con el medio ambiente.

Berisso es una localidad ubicada al este de La Plata y al sur de Ensenada, con las que conforma la región capital. Cuenta con una población estable de 90 mil habitantes y es popularmente conocida como «la capital del inmigrante», por la enorme diversidad de corrientes que la poblaron. Cada primavera se celebra la fiesta del inmigrante, a la que acuden visitantes de todo el país.

El litio, vulgarmente conocido como «oro blanco» por su potencial para remplazar al petróleo, es un mineral altamente reactivo, que se encuentra asociado a ciertos tipos de roca, como las pegmatitas y sedimentarias. Bolivia, Chile y Argentina conforman el «triángilo del litio», por reunir, en la zona andina, tres quintas partes de la reseva mundial del mineral. Las baterías de iones litio, de uso cada vez más extendido, están compuestas de celdas para el almacenamiento de energía eléctrica y emplean como electrolito una sal de litio. Se usan en dispositivos móviles como teléfonos, computadoras y tablets,  en autos y motos eléctricos o híbridos o a mayor escala, asociadas a una fuente de generación de energía limpia, como la solar o la eólica.

Se trata de un emprendimiento tripartito. La obra civil de la planta, la maquinaria y la producción de materiales de electrodos requirió inversiones por 770 millones de pesos de los cuales el Ministerio de Ciencia y Tecnología aportó 210 millones de pesos, mientras que la UNLP e YPF-Tecnología (YTEC) invirtieron 280 millones de pesos cada uno.

Todos los equipos necesarios para la fabricación llegaron el mes pasado, en un cargamento de entre 15 y 20 contenedores directo del proveedor, en China, incluyendo mixers, hornos, cicladores, deshumidificadores y dos prensas de 13 toneladas cada una. El valor comparado entre el carbonato de litio sin procesar y el producto terminado,  la batería de litio, es aproximadamente de uno a cien.

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Roberto Salvarezza, ex ministro de Ciencia y Tecnología y actual director de YTEC, que se presenta como la empresa de investigación y desarrollo para la industria energética más importante de la Argentina, porque une la experiencia operativa de YPF y el capital científico del CONICET, pone a UniLib en contexto:  “La planta de La Plata es parte de una estrategia integral de YPF, a través de YTEC e YPF litio, y que contempla además una planta para celdas para almacenar energía eólica y solar en Catamarca y otra para electromovilidad en Sgo del Estero similar a la de La Plata, pro cinco veces más grande”.

La producción anual será, medida en energía almacenada, de unos 13 MWh, equivalente a 1000 baterías para almacenamiento estacionario de energías renovables o unas 50 para colectivos eléctricos. Dispondrá de setenta equipos, algunos de ellos automatizados, y creará 50 puestos de trabajo directos. A través de la Escuela de Oficios de la UNLP, ya se capacitó a los operarios y operarias que estarán a cargo de la primera fase de puesta en marcha de la planta y que serán miembros de la carrera de personal de apoyo del CONICET.

Expertos calculan que la capacidad extractiva a nivel local podría alcanzar pronto casi las 200.000 toneladas anuales, lo que equivale a quintuplicar la producción actual.

Salvarezza explicó también la cadena de valor: de dónde viene el insumo, cómo se procesa y en qué se utilizará. “Los equipos de producción llegaron en diciembre. Ahora se está terminando la obra en torno a esos equipos. Esperamos comenzar la producción en marzo. El carbonato de litio a emplearse en las celdas durante 2023 será catamarqueño a través de la compra al productor en esa provincia.Las celdas de ion litio serán ensambladas en baterías por empresas nacionales que estamos seleccionando. Durante una primera etapa probaremos nuestras baterías en proyectos piloto. Uno, almacenamiento de energía de parque solar en poblaciones offgrid, el primero planeado en isla Paulino; dos, para uso de las Fuerzas Armadas y tres, en vehículos eléctricos. A su vez estamos transfiriendo la tecnología a Catamarca para instalar una planta similar para almacenamiento de energía solar o eólica y otra a Sgo del Estero para electromovilidad.”

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El proyecto cuenta con importante apoyo político, sindical y social. En agosto pasado, cuando aún estaba en obra, la planta fue visitada por el presidente Alberto Fernández. “Argentina es la segunda reserva de litio en el mundo por lo que no solamente tenemos que exportarlo, sino también industrializarlo. He visto cómo el mundo reclama el litio como energía y creo que tenemos la oportunidad de brindarlo. Nuestro potencial se multiplica enormemente si lo industrializamos. El litio tiene un valor muy distinto si se exporta como mineral que, si se lo exporta como batería. Eso no solo supone fábricas que se montan, o supone trabajo, sino que también supone multiplicar su precio”, afirmó en aquella ocasión.

Daniel Filmus, ministro de Ciencia y Tecnología, destaca el aporte del sector público al servicio del desarrollo sostenible. «La fábrica de baterías de litio implica una articulación virtuosa que permite sumar el mundo académico y de la investigación al mundo de la tecnología y de la producción. No hay desarrollo estratégico sin ciencia ni iniciativa pública. La idea es generar tecnología propia, para poder transferirla a las provincias y que estas puedan producir litio, fabricar las baterías, agregar valor y darle trabajo a su gente. Todo esto sería imposible sin el rol estratégico del Estado. El litio es uno de los sectores más importantes para lograr la transición energética. De la mano de Bolivia, de Chile y también de México estamos trabajando para poder desarrollar desde América Latina nuestra fuente de tecnología y tener una economía de escala integrada entre los países, que nos permita competir a nivel internacional».

Al inaugurar un congreso de energía en La Plata, el gobernador Axel Kicillof mencionó la riqueza petrolera y energética, como la del litio, y subrayó la necesidad de procesar aquí las materias primas.

Recientemente entrevistado por Buenos Aires 12, el secretario general de la regional Berisso y Ensenada del Sindicato Único de Petroleros e Hidrocarburíferos, Nahuel Chancel, manifestó: “Queremos que el litio genere puestos de trabajo en Argentina y no en otro país. Los trabajadores del sector defendemos nuestros derechos, pero también, en este caso, la soberanía energética”.

En sintonía con el líder sindical, Filmus afirma que «la exportación sin valor agregado no es nada, por eso es tan importante el esfuerzo que estamos haciendo en nuestras fábricas de celda de litio, como estamos haciendo con Y-TEC y la UNLP para transformarlas en baterías. Se trata de cambiar nuestra matriz de exportaciones. Somos uno de los pocos países del mundo que lo puede hacer. Un Estado que entiende eso no puede desaprovechar la oportunidad de explotar esa capacidad al máximo».

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Prueba piloto

Martina Drkos es concejal del Frente de Todos y actualmente preside el cuerpo legislativo local. «Desde el incio del proyecto se conformó una mesa de gestión, que incluye a Ytec, al puerto, a la universidad y al concejo. Lo más relevante que se trató ahí fue la prueba piloto para instalar un sistema que abastezca a la isla Paulino, a partir de energía solar fotovoltaica con almacenamiento en baterías de litio. La isla Paulino tiene una identidad muy fuerte y un marcado respeto y cuidado por el ambiente. Ahí residen muchas familias vinculadas a la economía popular, son productores y emprendedores, también es un espacio turístico. El proyecto está a la espera del estudio de impacto ambiental, que debería concluir este año. Contempla a la población actual más un crecimiento demográfico estimado en 30 por ciento. Esto nos obliga a un relevamiento territorial muy exhaustivo y seguramente la novedad potenciará el turismo. También generará algunos empleos, especialmente en el mantenimiento, que serán ocupados por pobladores. Las familias van a poder monitorear su consumo desde una aplicación del móvil y también se beneficiarán con un tarifario especial, ya que es un lugar turìstico y hay residentes permanentes, ocasionales y de fin de semana. Por todo esto, hay mucha expectativa en Berisso, porque está en estrcha relación con el proyecto de ciudad que tenemos, junto con el intendente Fabián Cagliardi».

La cronología del proyecto es casi una prueba documental del valor que los distintos espacios políticos le asignan a las empresas públicas y a la investigación en ciencia y tecnología. “El trabajo sobre las celdas de ion litio empezó hace más de 12 años en CONICET y universidades como UNLP. En 2012 se nacionalizó YPF, condición necesaria para que en 2015 se diseñara y proyectara una primera planta industrial, que pronto empezará a producir. YPF Luz se creó en 2013, YTEC que se creó en 2012 y cumplió sus 10 años en diciembre. YPF fue duramente castigada por el gobierno de Macri. Hoy se recupera, gracias a la excelente gestión de su presidente, Pablo Gonzalez”, concluye Salvarezza.

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