Nuevos farmacéuticos eligen Chascomús para desarrollar su vida y profesión, como es el caso de Daniela Puyssegur, quien, desde el año pasado, acompaña a su papá Marcelo, también boticario, en Farmacia Puyssegur.
“Mi viejo farmacéutico, mis tíos farmacéuticos; nunca insistieron ni influenciaron para que estudiara Farmacia, fue algo que nació de mí, pero ayuda tener alguien que te pueda aconsejar”, comentó Daniela, recibida en diciembre de 2019 en la Universidad Kennedy.
“Por suerte llegué a recibirme antes que arranque la cuarentena, que sí complicó la entrega del título, que debía ser justo en marzo de 2020, por lo que quedó retenido en la facultad”, añadió la novel farmacéutica, que ya está matriculada y está tramitando para ser auxiliar en la botica de la familia, la cual funciona desde 2001 en el Barrio Obrero (Libres del Sur 946).
En cuanto a su elección de vida, Daniela remarcó: “Mi idea siempre fue quedarme en Chascomús, nunca se me cruzó otra cosa, porque me encanta nuestra ciudad. Yo quiero estar acá. De hecho, durante mis seis años de facultad, me volví absolutamente todos los fines de semana; no me quedé ni uno, por más que rindiera un lunes a la mañana; necesitaba el respiro de ese de venir a Chasco”.
Continuando con su sentir, la joven boticaria explicó: “No podría jamás trabajar o vivir de forma definitiva en Capital. Por eso siempre tuve en mente desarrollarme en una farmacia oficinal y en Chascomús; nunca pensé trabajar en laboratorio o investigación, porque eso te implica salir de acá, lo que no está en mis planes”.
Finalmente, yendo a la apuesta familiar, Daniela destacó: “Desde chiquita, cuando mi viejo abrió, me pasaba todos los días adentro de la farmacia. Si bien no trabajaba, sabía cómo era el día a día. Y desde que me recibí, arranqué a trabajar ahí. El día que papá se jubile, quedaré a cargo; en el mientras tanto, estoy para darle la posibilidad de tener un poco más de libertad, para que pueda tener más tiempo para él”.
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