“Cuando se confirma un caso se busca el posible origen de la enfermedad para aislar a los contactos estrechos y así evitar que continúe la cadena de contagios. Hasta ahora, tenemos un alto porcentaje de personas que son contactos estrechos de conglomerados o grupos que están asociados en su contagio. Pero, en esta etapa donde los casos se multiplican, nos va quedando un grupo de personas cada vez mayor del que no podemos encontrar el nexo epidemiológico o relacionarlos con los anteriores y estamos trabajando intensamente para determinarlo porque eso nos acerca cada vez más a la circulación comunitaria”, manifestó la Dra. Arias.
En ese sentido, explicó que “al principio era más fácil de seguir el nexo porque era sólo el grupo conviviente o los compañeros directos de trabajo. Ahora, además de eso, también hay una serie de contactos estrechos de visitas, contactos familiares y grupos sociales que amplían la red y dificultan el bloqueo”.
La funcionaria aseguró que el sistema aún puede responder pero que depende de la responsabilidad individual el evitar una propagación muy rápida de la enfermedad. “Hoy tenemos, en el Hospital, una ocupación de la terapia intensiva cercana al 60 por ciento, tanto de pacientes con Covid-19 como con otras patologías propias de la época y accidentes, y tenemos una alta ocupación de salas porque cuando llega un sospechoso, no podemos compartir la habitación”.
“Tengamos conciencia, no minimicemos ningún síntoma y, sobre todo, cuidemos a los grupos más vulnerables y de mayor riesgo para que podamos darle la atención adecuada a todos. Esto significa que no hay que relajar el distanciamiento social, el uso de tapabocas y nariz, el lavado de manos y la higiene de superficies. Entendemos que es agotador permanecer en esta situación y que los mensajes se van desgastando en cuanto a las medidas de seguridad y sabemos que la gente está cansada, pero es la única forma de asegurar la respuesta del sistema de salud para todos los pacientes”, agregó.