En el marco de la investigación por la estafa piramidal que detonó hace pocos días en el seno de la Policía de Córdoba, otro efectivo de la fuerza fue imputado en las últimas horas y tiene orden de captura.
De esta manera, ya son ocho los policías imputados en el marco de la pesquisa que lleva adelante la Justicia penal. A todo esto, hay otras dos personas imputadas y detenidas: una abogada y un escribano.
No se descarta que, con el avance de la pesquisa, puedan ser imputados o detenidos más efectivos policiales.
La banda operaba desde 2019 y tenía como víctimas a propios policías o familiares directos.
Los cabecillas se mostraban como “un círculo de inversores” cerrado. En ese marco, se receptaban inversiones en pesos o dólares con el ardid de ofrecer una “ganancia” del 30 o 40 por ciento tras un lapso de tiempo. En algunos casos, en el esquema piramidal, se llegaba a pagar la primera cuota de ganancia; no así la segunda.
Decenas de damnificados
María José López, secretaria de la fiscalía a cargo de la causa, precisó que había unos 30 damnificados pero añadió que ya se contactaron personas a la sede judicial que afirman haber sido víctimas.
No se descarta que la cantidad de damnificados pueda trepar a 60.
La maniobra delictiva supera los 30 millones de pesos. El monto crecerá seguramente.
Respecto al último policía imputado, trascendió que está en actividad y se encontraba de vacaciones. Es buscado por personal de Delitos Económicos de la misma fuerza de seguridad, bajo directivas judiciales.
Entre los acusados sobresalen el comisario Héctor Juncos y la abogada Eugenia Zulberti, quien supo trabajar en la fuerza de seguridad y fue echada.
Está sospechada de ser una de las supuestas cabecillas.
A todo esto, hay dos efectivos presos por esta causa y que son hijos de la tristemente célebre Mirta Graciela “Cuca” Antón, quien formó parte de la fuerza y fue condenada por crímenes de lesa humanidad en la dictadura.
