Dirigentes políticos, sociales y gremiales se congregaron en las puertas de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la villa 21-24 del barrio porteño de Barracas, para participar de una misa «en desagravio” al papa Francisco. El evento organizado por la Iglesia tuvo como objetivo respaldar al sumo pontífice frente a los ataques que lanzó durante la campaña electoral el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei. En la homilía también se subrayó la importancia de la presencia del Estado para «acompañar el crecimiento y desarrollo» de los sectores vulnerables y se pidió no regresar a las políticas que llevaron al país a la crisis del 2001.

En los últimos meses, Milei eligió como estrategia proselitista apuntar con discursos de odio contra el papa Francisco. «Jesuita que promueve el comunismo», «personaje impresentable y nefasto» o «representante del maligno en la Tierra», fueron algunos de los calificativos que vertió el dirigente de ultraderecha en entrevistas periodísticas y mensajes en redes sociales. Para contrarrestar la ofensiva, el Equipo de Curas de villas y barrios populares de Buenos Aires organizó la multitudinaria misa de ayer, en donde rechazaron las «injurias, mentiras e insultos” que expresó el candidato más votado en las PASO y reivindicaron la figura del Papa.

«Expresamos nuestro más enérgico repudio a distintas manifestaciones del candidato de LLA Sr. Javier Milei, que afectan a la persona del Papa, que pasan desde agresiones vulgares impropias de quien busca representar nuestro país hasta conceptos mentirosos sobre las ideas del Papa», comienza diciendo el texto que fue leído por el sacerdote Leonardo Silio y despertó silbidos de los presentes en repudio al economista libertario.

La misa contó con el aval de monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, fue presidida por Gustavo Carrara y concelebrada por Pepe Di Paola, Toto de Vedia y más de 40 sacerdotes. En el documento, los curas pusieron en duda que Milei tenga la capacidad emocional para conducir los destinos de la Argentina. «Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional, que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar e insultar, puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira», indicaron.

Mientras se leía el texto, en las inmediaciones de la parroquia, se concentraban decenas de vecinos de las villas porteñas así como integrantes de los denominados «Hogares de Cristo», una iniciativa pastoral que llevan adelante los curas villeros con jóvenes con problemas de adicciones, que llegaron con sus bombos, pancartas e imágenes de la Virgen de Luján y de Caacupé.

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En otro pasaje de la ceremonia, también se cuestionó el programa económico de ajuste que promete el libertario en caso de ganar las elecciones. «Optamos por una política que busca el bien común teniendo en el centro a la persona humana. Endiosar el mercado lleva a la deshumanización a través del olvido de los más débiles. Si solo despertás leones, es lógico que se coman a los corderos más indefensos. En la ley de la selva solo ganan los más fuertes», advirtieron en el texto.

En contraposición al modelo neoliberal, los curas destacaron la importancia de la presencia del Estado que «con inteligencia acompaña el crecimiento y desarrollo» de la comunidad organizada de los barrios. Los cuestionamientos planteados se hicieron extensivos además a los políticos que, consideran, se alejaron de la vida cotidiana de los pobres. «Parece que la amnesia se apoderó de muchos dirigentes que no recuerdan los niveles de desamparo de la gente en la crisis de 2001», remarcaron.

En ese sentido, denunciaron que «la ausencia del Estado en la historia de nuestros barrios las hemos sufrido en sus más tremendas consecuencias» y afirmaron que por delante se encuentra «la urgente necesidad de crecer en la integración socio urbana de las villas con justicia social que se traduzca en salud, educación, alimentación, acceso al deporte, trabajo y seguridad integral para los barrios». Así, el comunicado firmado por representantes religiosos de todo el país concluyó con un llamamiento: «Celebrando los 40 años de la recuperación de la democracia, invitamos a que no nos dejemos llevar por el ‘no te metás’ o el ‘sálvese quien pueda'».

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Tras la celebración se leyó una carta del presidente Alberto Fernández, quien manifestó su adhesión a la misa «en apoyo y reconocimiento al papa Francisco en el Día de la Solidaridad» y expresó su «profundo afecto y respeto por la labor pastoral que ejercen» los curas villeros.

En representación del gobierno nacional participaron del acto los ministros de Cultura, Tristán Bauer, de Defensa, Jorge Taiana; y de Trabajo, Kelly Olmos; y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri. Asimismo, estuvieron presentes los diputados Eduardo Valdés y Daniel Arroyo; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; uno de los referentes de la UTEP, Esteban «Gringo» Castro; los gremialistas Pablo Moyano, Julio Piumato y Sergio Sassia; referentes sindicales y militantes de gremios como el sindicato de Comercio, Camioneros, Ladrilleros, Foetra; la Unión Ferroviaria, de organizaciones como ATE y la CTA y de organismos de DD.HH., como las Madres de Plaza de Mayo.

Según explicaron los organizadores, se eligió ese lugar para la misa porque, desde 1996, el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio «después de haberse bajado del colectivo, llegaba caminando entre los pasillos para encontrarse con los vecinos, con los curas y con la comunidad», y recordaron que «siempre fue querido por su sencillez, su austeridad, palabra clara y comprensión de la gente».

«Hacemos esta misa en apoyo al Papa, que tiene una prédica a favor de la amistad social y donde no haya descartados y olvidados, mensaje por el cual recibe agravios e insultos», señaló Carrara al inicio de la misa, que además se realiza en la misma jornada que se conmemora el Día de la Solidaridad, en homenaje al nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.

Durante su intervención, el sacerdote José María «Pepe» Di Paola afirmó que «es indigno de un candidato decir lo que dice contra el Papa e ir en contra de la justicia social que es parte del evangelio y la doctrina social de la iglesia». En diálogo con la AM750, Di Paola remarcó que «Milei dice que ‘este hombre (Francisco) cree en la mierda de la justicia social’. Y cuando la explica, dice que la justicia social nace de la envidia y el rencor». “Es un disparate, la justicia social nace del mandamiento del amor. De una libertad bien entendida. Uno busca la felicidad de uno y del otro», explicó.

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Consultado respecto a la mención de Milei durante el documento del equipo de Sacerdotes, marcó una diferencia con los otros candidatos presidenciales: «No escuché ni a Patricia Bullrich ni a Sergio Massa insultar al Papa, es él quien lo hizo. Utiliza malas palabras, de lo más ordinario. Lo hizo con toda liviandad y nunca fue interrumpido».

La celebración se realizó a poco menos de 50 días de las elecciones presidenciales del 22 de octubre, y luego de las PASO del 13 de agosto, en las que el candidato de ultraderecha resultó el más votado en el orden nacional.

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