En 2018, el Gobierno de Mauricio Macri frenó el escaneo de containers provenientes de Paraguay y con destino a Europa, con el objetivo supuesto de agilizar el trámite en el Puerto de Buenos Aires. Esa decisión permitió que los puertos nacionales no tengan controles para el tráfico de drogas a países europeos. Pero la decisión de la Dirección de Aduanas actual de reponer los controles derivó en la migración automática de las barcazas que antes llegaban de Paraguay por la hidrovía, hacia el Puerto de Montevideo.

Los nuevos datos a los que accedió Página I12 reflejan que la droga vía europa encontró otro puerto de salida ni bien se retomó, en junio del 2022, el escaneo de containers que el macrismo había frenado. En paralelo al escaneo, Aduanas también firmó un acuerdo para que Paraguay le envíe previamente imágenes de los escaneos que empezaron a hacer allí con una donación de 6 escaners cedidos por Taiwan. Este dato es central porque supone un control previo y trabajo conjunto de ambos países contra el flagelo del narcotráfico.

Esta información que se tiene vía escaneos es clave para el combate de un delito que quedó muy expuesto en la opinión pública luego de la balacera que recibió en Rosario un supermercado propiedad de los suegros de Lionel Messi. Los datos que se publican a continuación fueron valoradores, inclusive, por dirigentes santafecinos que tienen una preocupación diaria por los efectos sociales del narcotráfico en esa provincia.

Para entender el contexto, hay que hacer algo de revisionismo político. En 2018, Gonzalo Mórtola, ex interventor de la Administración General de Puertos (AGP) en la era Macri blanqueó que había habido una orden política de frenar los escaneos de containers.  “Uno de nuestros primeros objetivos era lograr que vuelvan las barcazas paraguayas y sacar el escaneo absurdo que se venía haciendo. Queda mucho por mejorar, como lograr una dársena dedicada y trabajar codo a codo con quienes le prestan servicios a la flota paraguaya en materia de tarifas. Se terminó la etapa autoritaria en el puerto. Es un mandato de Macri y (el ministro de Transporte Guillermo) Dietrich facilitar el comercio”, expresó en su momento. De hecho, hay causas en la Justicia por ese tema.

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En ese entonces, el encargado de Aduanas era Diego Dávila, hombre de confianza de la hoy precandidata presidencial de Juntos, Patricia Bullrich. La orden de Macri fue, por entonces, que Aduana y el Puerto sean una sola unidad con el objetivo de agilizar la circulación de containers, pero bajando los controles.

Hoy, la DGA escanea todos los trasbordos de origen de Paraguay «con destino final Europa y África», tanto en los puertos de Rosario, Buenos Aires o San Nicolás. Fuentes del organismo que comanda Guillermo Michel agregaron además que se hace un control documental del peso y se controla la integridad de los precintos de origen.

Los controles desvían las cargas

Mientras en tiempos de Macri se levantaron los controles, Buenos Aires se transformó en un puerto ciego. Antes de junio del 2022, se encontraron containers contaminados con cocaína en diferentes lugares del mundo. Todos habían salido de Buenos Aires. Algunos ejemplos: 23 toneladas de cocaína disimuladas en pinturas que se secuestraron en Alemania; 11 toneladas en cueros enviados a Bélgica; 679 kilos de cocaína encontrados en fondos falsos de un barco en Portugal; y 543 kilos en maderas en España.

Ahora bien, desde que este Gobierno empezó, vía Aduanas, a escanear los contenedores, las cargas se movieron al Puerto de Montevideo y las pesquisas posteriores de esos barcos en destino europeo volvieron a encontrar droga. Y los que recalaron en Buenos Aires no tuvieron drogas encontradas. Así las cosas, en junio del 2022 se secuestraron, de barcos cargados en Montevideo, 5 toneladas de cocaína ocultas en contenedores de arroz en Bélgica; 1822 kilos de cocaína en un cargamento de azucar con destino a Bélgica; y 653 kilos de cocaína en containers de carne parados en el mismo puerto uruguayo.

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Las barcazas que viene por la hidrovía desde Paraguay o Bolivia llegan al puerto, bajan los contenedores, que luego son cargados en barcos de gran porte que van, en general a Europa. En algunos casos, los acuerdos que Argentina tiene con Paraguay, también evitan ahora que mercadería que esconde drogas llegue al puerto de Buenos Aires. Un caso reciente: en diciembre del año pasado, la Aduana de Paraguay informó el descubrimiento de 1647 kilos de cocaína en un contenedor con destino a Portugal, en un barco que iba a recalar en el puerto de Montevideo.

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