Santiago Mazzini estaba prófugo desde el 4 de agosto, cuando -tras una discusión de tránsito- arrolló deliberadamente a Julián Giménez, quien murió días después por las lesiones.
Tras un intenso trabajo de inteligencia, el letrado -que se desempeñaba en una dependencia de AFIP- fue hallado en la casa de una hermana en la localidad bonaerense de Don Torcuato, partido de Tigre.
La detención se produjo gracias al trabajo de la DDI de San Isidro y la Sub DDI de Vicente López, en un allanamiento ordenado por el Fiscal de San Isidro, Martin Gómez. El operativo contó con la presencia del Grupo Halcón, quien lo encontró escondido en una segunda vivienda del predio.
Mazzini, de 37 años, cayó mediante escuchas telefónicas exactamente tres meses después del episodio que protagonizó en la Avenida San Martín y Ayacucho, en localidad bonaerense de Florida el 4 de agosto.
Las cámaras de seguridad muestra cómo, tras discusión de tránsito, Julián Giménez que viajaba en una moto se le pone a la par y le pliega con la mano el espejo retrovisor izquierdo a la camioneta de Mazzini.
La reacción del abogado fue violenta: aceleró y fue en su búsqueda, atropellándolo sobre la vereda, ocasionándole severas heridas. Giménez, de 28 años y piloto de Aerolíneas Argentinas, llamó desde el lugar a su novia y a sus padres sabiendo que su estado era grave.
Fue trasladado en ambulancia al Hospital de Vicente López donde fue intervenido y falleció una semana después. Pero Mazzini, quien en el momento del accidente no se dio a la fuga y se quedó en el lugar del hecho -junto a su esposa embarazada, quien lo acompañaba- se profugó a pesar de la orden de captura que pesaba sobre él.
En un principio se lo buscó por «homicidio en grado de tentativa» y tras el fallecimiento de Giménez por «homicidio» y había una recompensa de entre 2 y 4 millones de pesos para quien aportara información que ayudara a su captura. Ahora quedó detenido, deberá declarar y podría enfrentar una dura condena.
