Desde que empezó la pandemia en 2019 más de 380 millones de personas de todo el mundo se contagiaron COVID-19. Algunas tuvieron síntomas y otras no, pero a pesar de la alta circulación del virus y sus variantes más contagiosas aún hay personas que no se enfermaron. Los especialistas les llaman «Nunca COVID» e investigan por qué poseen esta presunta inmunidad al virus.

«La pregunta sobre por qué algunas personas adquieren el coronavirus y otras no es parte de varios estudios y ya hay algunas hipótesis», sostuvo el doctor Gabriel Rabinovich, investigador superior del CONICET en el Instituto de Biología y Medicina Experimental, profesor titular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y miembro asociado extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

El experto explicó a Infobae que el COVID-19 necesita «de una interacción con un receptor de las células humanas para poder infectar y co-receptores». Ese receptor se llama ACE2, pero «hay otras interacciones en las células que se están investigando y que jugarían un rol en que el virus se pegue o no y luego ingrese para usar la maquinaria celular y replicarse», destacó.

«Se sospecha que hay personas que pueden tener mayores niveles de esos receptores y co-receptores y eso podría ser una barrera para que algunas personas adquieran la infección y otras no. Se había observado con respecto a la infección por el VIH y ahora se investiga con respecto al coronavirus», señaló Rabinovich, quien desarrolló la plataforma para monitorear los niveles de linfocitos T como una respuesta ante la pandemia en Argentina.

Por su parte Danny Altmann, profesor de inmunología del Imperial College de Londres, declaró a la cadena de noticias CNBC que los estudios indican que la probabilidad de infectarse dentro de un hogar una vez que un caso es positivo «no es tan alta como se imagina». Es que el mes pasado, esa institución publicó una investigación en la que se sugería que las personas con niveles más altos de células T, que son un tipo de célula del sistema inmunitario que se crea con los coronavirus del resfriado común, tenían menos probabilidades de infectarse con el coronavirus que causa el COVID-19.

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«Descubrimos que los altos niveles de células T preexistentes, creadas por el organismo cuando se infecta con otros coronavirus humanos como el del resfriado común, pueden proteger contra la infección por COVID-19», dijo Rhia Kundu, primera autora del estudio y miembro del Instituto Nacional del Corazón y el Pulmón del Imperial College. Aun así, la experta también advirtió que «aunque se trata de un descubrimiento importante, es sólo una forma de protección» y «nadie debería confiar sólo en esto». «En cambio, la mejor manera de protegerse contra el COVID-19 es estar completamente vacunado, incluida la dosis de refuerzo», subrayó.

«Muchas personas han estado en contacto con otras especies del coronavirus que producen resfriados comunes. Muchos tuvieron la infección en la infancia. Existe la hipótesis de que ha quedado una memoria inmunológica sobre esos coronavirus. Como el coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 tiene componentes en común, se puede activar una memoria de linfocitos T cruzada que puede hacer que algunas personas eliminen el virus rápidamente. Así el virus pudo haber ingresado en algunas personas, pero la memoria inmunológica respondió y no se desarrolló la infección», precisó Rabinovich.

Además del grado de inmunidad dado por la exposición previa a los coronavirus, es probable que el estado de vacunación contra el COVID-19 sea también un factor que determine si algunas personas son más susceptibles que otras. La vacunación está ahora muy extendida en la mayoría de los países occidentales: el 54% de la población mundial ya tiene el esquema completo según el sitio OurWorldInData.

«Sabemos que muchas personas siguen contrayendo la infección por Ómicron (en su mayoría leve) a pesar de estar completamente vacunadas, incluyendo haber tenido un refuerzo. Sin embargo, la vacunación sigue reduciendo la posibilidad de contraer la variante y las respuestas varían de una persona a otra. Así que algunas personas se contagian y otras no, a pesar de una exposición muy importante», indicó Andrew Freedman, investigador en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad Cardiff.

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La última hipótesis indica que cierta inmunidad innata podría justificar por qué algunas personas eliminan rápidamente al virus de su cuerpo. Los diferentes interferones y otras sustancias del propio cuerpo podrían estar involucradas en una mayor protección frente a la exposición del coronavirus, generando una protección como un escudo para algunas personas que no han tenido la enfermedad aún. 

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