En lo que va del aislamiento preventivo ya se concretaron casi 1.700 hechos delictivos con estas características en el Area Metropolitana. Los delincuentes se alzaron con más de 200 millones de pesos
Haciéndose pasar por empleados de la ANSES y ofreciendo la posibilidad de un falso IFE, o con el viejo truco del nuevo «corralito», los delincuentes se siguen aprovechando de la gente y en lo que va de la cuarentena concretaron casi 1.700 estafas en el AMBA, llevándose un botín total de 200 millones de pesos en poco más de 110 días, según un informe de la ONG Defendamos Buenos Aires.
De un total de 1.660 cuentos del tío, 820 tuvieron lugar en Capital Federal, con Belgrano, Núñez, Recoleta y Palermo como los barrios más golpeados; mientras que hubo 840 en la Provincia, resultando las localidades más afectadas San Justo, Ramos Mejía, González Catán, San Isidro y Quilmes.
Las principales víctimas son nuevamente los adultos mayores, a merced de estafadores que se aprovechan del horario de atención acotado de entidades bancarias en plena pandemia, pero también de la ausencia de parientes cercanos.
«Durante la actual cuarentena, y teniendo como objetivo principal a los abuelos, se han perpetrado 1.660 estafas con una pérdida para las víctimas del orden de los 200 millones de pesos», expresó Javier Miglino, director de la ONG.
Al referirse al modus operandi, Miglino explicó: «Las bandas criminales continúan estafando a los abuelos diciendo que llaman desde el ANSES, operando por teléfono o por la red social WhatsApp».
«El timo consiste en hacerle creer a las víctimas que fueron beneficiadas con el bono de 10 mil pesos otorgado durante la actual cuarentena y que es menester brindar determinados datos personales para cobrar el beneficio, sino luego del transcurso de un breve plazo el beneficio quedará caduco y los abuelos no cobrarán nada», detalló.
El titular de Defendamos Buenos Aires trató de poner en alerta a la población al afirmar que «los estafadores están día y noche pergeñando estafas y no iban a perderse la oportunidad de atacar jubilados».
«Por ese motivo reaparecieron de la nada los call center colombianos y venezolanos, con delincuentes de esa nacionalidad que se presentan como voluntarios del ANSES que trabajan en la actual emergencia para llevarle un alivio a los abuelos», contó sobre esta modalidad.
Y añadió: «Luego de ganarse la confianza del adulto mayor, que en general durante la cuarentena está completamente solo, comienzan lentamente a robarle información. Una vez que saben el nombre de los hijos, la cantidad de dinero que tienen guardada en casa y en qué banco cobran la jubilación, el timo está listo para ser llevado a cabo».
«Irrumpen entonces en casa del jubilado o jubilada y afirman que se viene un nuevo corralito y que es menester que los ahorros estén protegidos, o bien que los dólares cambiarán de papel moneda y es menester cambiarlos ya mismo para que no pierdan valor y un largo etcétera», puntualizó Miglino.
En esa dirección, el abogado relató: «Cuando los estafadores reciben un no categórico de la persona mayor que los atendió, es posible que lo golpeen y simplemente le roben todo lo posible».
«Se movilizan en camionetas grandes tipo Chevrolet Spin o VW Suran y de la nada aparecerán cuatro o cinco individuos que se sumarán al que ya logró ingresar a su casa», insistió.
Por esto, Miglino aconsejó: «Es importante que hijos y parientes recalquen a los abuelos que nunca y bajo ningún concepto deben abrir la puerta a extraños». Y advirtió: «Que se acerquen al menos una vez por semana».
