Finalizó la cumbre de los siete países más ricos del mundo
Luego de su primer encuentro en persona en casi dos años, los líderes de Alemania, Canadá, EE.UU, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido publicaron una declaración ambiciosa aunque con pocas medidas concretas. Se necesitan once veces más dosis de las que prometen para inocular al mundo contra la covid.
Los líderes del G7 prometieron donar mil millones de dosis de vacunas contra el coronavirus a países de menores recursos y redoblar la lucha contra el cambio climático, autorizaron un impuesto mínimo universal a las grandes corporaciones y acordaron hacer frente a las prácticas económicas «antimercado» de China. Luego de su primer encuentro en persona en casi dos años, los jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido publicaron una declaración ambiciosa aunque con pocas medidas concretas.
«Ha sido una cumbre extraordinariamente colaborativa y productiva», celebró el presidente de Estados Unidos Joe Biden, antes de dirigirse al castillo de Windsor, donde fue recibido por una guardia de honor y tomó el té con la reina Isabel II para partir después hacia Bruselas. En su primera gira internacional como presidente, Biden y los demás líderes del G7 aprovecharon la cumbre para reafirmar su alianza tras el conflictivo mandato del expresidente Donald Trump.
«Estados Unidos ha vuelto al negocio de liderar el mundo junto a naciones que comparten nuestros valores más arraigados. Creo que hemos progresado en el restablecimiento de la credibilidad estadounidense entre nuestros amigos más cercanos», dijo el mandatario demócrata desde la ciudad de Newquay en Cornualles. Por su parte el primer ministro británico y anfitrión de la cumbre, Boris Johnson, remarcó el compromiso del G7 para ayudar a «los países más pobres del mundo a desarrollarse de una manera limpia, verde y sostenible».
Donación insuficiente
Durante la cumbre los líderes prometieron donar mil millones de dosis de vacunas contra la covid-19 a las naciones más pobres para fines de 2022. La mitad de las dosis prometidas por el G7 serán donadas por Estados Unidos, tal como anunció Biden la semana pasada, mientras que cien millones serán donadas por el Reino Unido, aseguró Johnson.
Pero no faltó quien les recordara que se necesitan once veces más vacunas para inocular al mundo contra un virus que ya ha matado a 3,7 millones de personas. «Creo que esta cumbre pasará a la historia como una oportunidad perdida cuando necesitábamos 11 mil millones de vacunas y sólo nos han ofrecido un plan para mil millones», disparó el exprimer ministro laborista británico, Gordon Brown.
En otro plano, los líderes acordaron que trabajarán juntos para desafiar las «prácticas económicas antimercado» de China y pedir a Beijing que respete los derechos humanos en Xinjiang y Hong Kong. «Continuaremos consultando sobre enfoques colectivos para desafiar las prácticas no comerciales que socavan el funcionamiento justo y transparente de la economía global», advirtió el documento del G7.
El comunicado final de la cumbre llamó a su vez a Rusia a poner fin a sus «actividades desestabilizadoras», incluyendo los ciberataques con programas de robo de datos atribuidos a grupos de ese país. El 67 instó a Moscú a cumplir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, investigando «urgentemente» el uso de armas químicas en su territorio y poniendo fin a «su represión sistemática de la sociedad civil y los medios de comunicación independientes».
En busca de que su gobierno consiga mayor impulso, Johnson quería que la reunión enarbolara la bandera de una «Gran Bretaña global». Sin embargo, el Brexit ensombreció ese objetivo. Los líderes de la Unión Europea (UE) y Biden expresaron su preocupación por los problemas con las nuevas reglas comerciales entre el Reino Unido y la UE que aumentaron las tensiones en Irlanda del Norte.
Recepción oficial : encimados y sin tapabocas
Varios activistas sociales consideraron insuficientes los compromisos asumidos, e incluso hubo quienes en las redes sociales criticaron la recepción oficial en el complejo Eden Project, donde imagenes muestran a los líderes del G7 y a la reina Isabel II encimados y sin tapabocas. «Sin un acuerdo para poner fin a todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles, algo que debe hacerse este año si queremos limitar el peligroso aumento de la temperatura global, este plan se queda muy corto«, aseguró el director de Greenpeace en el Reino Unido, John Sauven.
Por su parte Max Lawson, jefe de política de desigualdad del grupo de ayuda internacional remarcó que «esta cumbre del G7 vivirá en la infamia», y agregó: «Frente a la mayor emergencia sanitaria en un siglo y una catástrofe climática que está destruyendo nuestro planeta, no han logrado enfrentar los desafíos de nuestro tiempo».
