El funciario elogió la política de «recomposición tarifaria» de su gobierno, que representó aumentos del 2.000 al 3.000 por ciento y dejó fuera de actividad a cientos de pymes.
«De ahí en más veremos qué es lo que nuestra economía permite. Cuando digo que todos tenemos que hacer un gran esfuerzo, digo todos y todas. Todas por las energéticas estoy diciendo», dijo Fernández. La aclaración generó risas durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, tras la reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, Frigerio volvió a criticar la política tarifaria del gobierno de Cristina Kirchner. «La Argentina a fines de 2015 se estaba quedando sin energía, en gran medida tuvo que ver con la política de congelamiento de tarifas durante muchos años», inició su explicación el funcionario, insistiendo en el argumento esgrimido desde el inicio de la gestión. Dijo que las boletas eran “las más baratas de la región y del mundo” y que por eso “no había inversión”. Un modo de justificar los hípertarifazos superiores al 2000 por ciento.
Según el último dato publicado por el Indec, la producción de energía bajó 3,6 por ciento interanual en el segundo trimestre de 2019. Para el próximo trimestre, las expectativas son negativas. En el sector petrolero, el 42 por ciento considera que la demanda disminuirá, en el gasífero el 87,5 por ciento de las firmas estiman que la demanda interna no variará y en el eléctrico, sólo el 16,7 por ciento estima que la demanda aumentará.
Frigerio también aseguró que producto de la “recomposición tarifaria”, Argentina se transformó en exportador de energía. “A la gente le dijimos la verdad: la energía eléctrica, el agua, el gas, tenían un costo», consideró Frigerio, repitiendo los argumentos que la Jefatura de Gabinete distribuyó esta semana presentando, insólitamente, como una gestión exitosa en lo económico estos cuatro años de gobierno. Según asociaciones de consumidores, las tarifas habrían aumentado hasta 3000 por ciento en los últimos 3 años. Esto no sólo perjudicó a las familias, sino también a las pymes, por el incremento en los costos en un contexto de derrumbe de la demanda.
Pese a los tarifazos, entre enero y septiembre, crecieron en un 43 por ciento los subsidios al sector energético, según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). El salto en los subsidios reflejó «el efecto de la devaluación del peso sobre las tarifas». Alrededor del 40 por ciento de la tarifa de gas se encuentra en dólares dado que el insumo, el gas, se pacta en esa divisa. En el caso de la electricidad, alrededor del 60 por ciento de la boleta está dolarizada, dado que corresponde a la generación de electricidad, con el precio también pactado en dólares.
El llamado “sinceramiento” del valor de las tarifas llegó a su fin durante 2019, año electoral. En abril, el Gobierno anunció el congelamiento en el precio de la luz y el gas. Y, luego de las elecciones primarias, en el valor de la nafta. Finalizado el proceso electoral, las medidas se descongelaron y fue autorizado una suba del 5 por ciento en el precio de la nafta. a cuaneta del «descongelamiento» previsto para el jueves 14. Además, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, anunció una suba del 25 por ciento en la tarifa de la luz a partir de enero del año que viene.