Desde su primera presentación electoral en 1946 y con la excepción de cuando estuvo proscripto, el Peronismo perderá por primera vez su mayoría en el Senado.
A partir del 10 de diciembre, el oficialismo del Frente de Todos pasará de las actuales 41 bancas en la cámara alta a 35, una menos de la mitad y dos menos del quórum, en un Senado de 72 integrantes.
De esta forma, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, presidenta del cuerpo, tendrá que lidiar con una cámara en la que ya no contará con la mayoría de los legisladores.
Los resultados del escrutinio provisorio -que tendrán que ser ratificados por el definitivo que comenzará en el curso de esta semana- dan cuenta de que el Frente de Todos perderá una banca en las provincias de Corrientes, Santa Fe, Córdoba y La Pampa y dos bancas en Chubut, donde hasta el momento cuenta con las tres por un pase de bloque de los legisladores elegidos en 2015, que respondían al fallecido ex gobernador Mario Das Neves.
Con la excepción de los años de proscripción entre 1955 y 1973 -en los que no se le permitió la participación electoral- el Justicialismo, en sus diferentes expresiones, siempre tuvo mayoría en el Senado, incluso cuando fue derrotado en las elecciones presidenciales como en 1983, 1999 y 2015.
De esta forma, a partir del 10 de diciembre se observará una situación política inédita, con un Peronismo en el gobierno y, a la vez, sin la posibilidad de controlar la cámara alta, a no ser que recurra a alianzas con partidos provinciales.
