Mauricio Ramos viajó el 7 del corriente desde la ciudad de Río Cuarto en la provincia de Córdoba hacia Chascomús en la provincia de Buenos Aires para festejar el cumpleaños de su madre y visitar a sus hermanos y sobrinos que residen en la ciudad de la emblemática laguna.

Todo iba bien, previendo llegar justo para la hora de la cena, pero a la altura del kilómetro 114 de la Ruta 2, lo paró un operativo policial de rutina pidiéndole toda la documentación de rutina. “Estaba todo en regla, así que no tenía ninguna preocupación. Licencia, seguro, cédula de identificación del vehículo y la verificación. Pero en un determinado momento empezaron a dar vueltas con la VTV, relató Ramos, quien pasó casi dos horas varado en la ruta y terminó con una multa por circular con una VTV (Verificación Técnica Vehicular) supuestamente apócrifa y una imputación por falsificación de documentación. Además, le retuvieron la licencia de conducir.

En el control policial había dos móviles y 6 agentes del Destacamento de Policía Vial de Chascomús, quienes al observar la VTV le preguntaron dónde la había realizado y al responderle que en la provincia de Córdoba, insólitamente le dijeron que no podía circular con la VTV de Córdoba por la provincia de Buenos Aires.

En ese marco le exigieron el certificado de la verificación el cual se lo entregó pero recibió como respuesta que se podía fotocopiar en cualquier lado. Hasta que un agente le dijo que la oblea era apócrifa.

Por supuesto, no es verdad que no se pueda circular con una VTV cordobesa por Provincia de Buenos Aires. La verificación es obligatoria en todo el país, pero se puede circular libremente por todo el territorio independientemente del lugar en donde se haya realizado y del lugar de radicación del vehículo.

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En el control, pasaban los minutos y el clima se tensaba. Una y otra vez, le decían que la oblea era trucha, que nunca habían visto una similar. La Policía se puso en contacto con el fiscal de turno quien por teléfono ordenó que le quitaran la oblea.

“La oblea está pegada en el interior del parabrisas y, justamente por seguridad, se destruye si alguien intenta sacarla. La mía quedó hecha pedazos. Me quitaron también el certificado y mi licencia. Me dieron el acta de infracción, con la que me dijeron que podía circular 30 días hasta resolver el problema”, contó Ramos

Si bien afirma que no le pidieron coima pero en todo momento percibió que entre los uniformados sobrevolaba esa idea.

Ramos tenía previsto regresar al día siguiente a la provincia de Córdoba pero debió permanecer en Chascomús para demostrar que su oblea de VTV era legal.

El lunes a primera hora llamó al taller TJL de Servicios, en Río Cuarto, donde había realizado la verificación: “Ahí logré hablar con el dueño, Alfredo Sismondi, y me compartió los archivos con la información sobre mi verificación. Y me avivó para que busque ayuda en la Agencia Nacional de Seguridad Vial”, relató.

La Agencia Nacional de Seguridad Vial es la encargada de habilitar los talleres que realizan la Revisión Técnica Obligatoria o VTV en todo el país. Allí confirmaron que el taller TJL de servicios, ubicado en Río Cuarto, está habilitado.

Ramos realizó el descargo ante la fiscalía que intervino en Chascomús y también ante el juzgado de faltas de Dolores, en donde cursa la infracción. Allí solicitó que quede sin efecto la multa, cuyo costo era de $ 17.000. Además, logró recuperar la licencia y la oblea aunque totalmente destrozada.

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“Todos estos días repetí la historia mil veces, nadie lo puede creer. Yo decidí hacer una denuncia penal por daños y perjuicios, y también hacer público mi caso para que no se repita,”sostuvo Ramos.

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