Los integrantes de la mesa local se reunieron para evaluar la primera etapa de la campaña 2021 para reducir la población de cotorras.

De esta reunión participaron el secretario de Gobierno, Cipriano Pérez del Cerro; Gustavo Melani (INTA), Osvaldo Sixto y Pablo Gianolini (Asociación Rural); Miguel Equiza (especialista en control de plagas), la directora de Producción municipal Jimena Arano acompañada por Walter Aldabe de la misma área.

Los asistentes remarcaron que en el mes y medio que lleva la campaña 2021, se pudo comprobar la gran efectividad del Metanolio, un nuevo producto aprobado por el ministerio Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires.

En este período se realizaron aplicaciones en 1.700 nidos de todo el partido de Chascomús y los datos demuestran que este insecticida tiene una efectividad igual o superior al producto que se utilizaba antes, prohibido por Senasa en 2019, con una menor toxicidad ya que no posee efecto residual sobre las especies depredadoras que pudiesen ingerir las aves afectadas por el producto, como los gatos, perros, etc.

En esta primera etapa, el servicio se realiza por demanda de los productores y quienes deseen sumarse a la campaña, deberán comunicarse con la Dirección de Producción Municipal o con la Asociación Rural.

El insecticida se aplica en los nidos de cotorra que están a 20 metros de altura como máximo, por lo que se sugiere a los productores que traten de mantener los montes a ese nivel.

Cabe recordar que el promedio anual de control de cotorras es de un 10 a 15%. El crecimiento desmedido de las poblaciones provoca una gran cantidad de enfermedades y pérdidas económicas por lo que el control de plagas es fundamental, ya que afectan la salud de quienes habitan los mismos ambientes de modo directo o indirecto.

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El Metanolio es el único producto aprobado y autorizado para poder ejercer un control sobre la cotorra argentina (myiopsitta monachus).

La metodología utilizada para el control es a través de la aplicación de grasa mezclada con un químico en la boca del nido. Cuando el ave ingresa, toma contacto con el producto y se intoxica. En esta época del año, la efectividad del control es inferior al verano, ya que las cotorras no se encuentran en época reproductiva y no tienen la necesidad imperiosa de ingresar al nido, como si lo hacen en etapa de postura, durante la incubación o para alimentar a los pichones.

A su vez, el hecho de encontrar la grasa con el producto en la boca del nido, las ahuyenta y puede provocar que lo abandonen y construyan uno nuevo. Estas circunstancias de la naturaleza reproductiva de la especie pueden motivar que no se refleje la efectividad del producto pero no tienen relación con la eficacia de la droga utilizada, que una vez que toma contacto con el ave produce la acción deseada dando muy buenos resultados a la hora de controlar la plaga.

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