Tras los feriados de Semana Santa, tanto en la Ciudad como en los partidos del conurbano que integran el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) se observó una gran concurrencia de personas en los centros asistenciales para acceder a la prueba para conocer si se contagiaron Covid-19.

Largas filas de personas que demandan la realización del testeo de coronavirus se registraban por tercer día consecutivo, en los hospitales porteños en medio de la suba de casos en el distrito que alcanzó un pico récord y pese a lo cual la Ciudad resiste medidas de restricción a la circulación nocturna impulsadas por el Gobierno nacional.

En el caso de la Ciudad, las largas filas se dieron en las Unidades Febriles de Urgencias (UFU), instaladas desde el año pasado para atender a pacientes con síntomas compatibles con coronavirus, de los hospitales Durand, del barrio de Caballito; el Álvarez, de Flores; el Zubizarreta, de Villa Devoto, el Pedro Elizalde, de Constitución; el Rivadavia, de Recoleta; el Pirovano, de Coghlan, y el Santojanni, de Liniers.

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“Llegamos a las 9 porque tuvimos contacto estrecho con mi mamá y mi hermana que son coronavirus positivo. Por ahora no tenemos síntomas, pero para descartar porque ya pasaron siete días”, contó María que aguardaba su turno para ingresar al hospital Durand. “Estoy hace más de dos horas y me parece que hay un gran déficit en la atención porque no hay baños higiénicos, tampoco nos ofrecieron ni un vaso de agua y la fila va muy lenta”, dijo, por su parte, un joven que se identificó como Amilcar.

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Rodrigo, otro hombre que esperaba en la fila, indicó que estaba “con dolor de garganta” y se sentía “un poco engripado”; mientras que Federico señaló que tenía “síntomas compatibles con coronavirus” y que tras dos días de fiebre está “sin gusto y olfato”, por lo que concurrió al centro asistencial a realizarse el testeo.

“Empecé a hacer la fila hace una hora y media, vine por un posible contacto estrecho y quiero estar tranquilo porque puedo ser asintomático”, manifestó Diego, quien ya tenía en sus manos un frasco entregado por personal médico para la realización de la prueba de saliva.

Ante tales situaciones, esta mañana, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, debió pedir a las personas que no presentan síntomas de coronavirus pero quieren realizarse un testeo no asistir a los hospitales públicos y por eso anunció que quedarán abiertos para la «población en general» los centros de Costa Salguero y La Rural.

“Las UFU no son para un alto volumen de testeo rápido, sino para las personas que se sientan mal. Estamos eligiendo mal donde ir a hacer el testeo”, dijo el funcionario y agregó que “están esperando tres o cuatro horas innecesariamente”.

No obstante, desde el Gobierno de la Ciudad anunciaron la extensión hasta la medianoche el horario de funcionamiento de las UFU, que permanecían abiertas de 8 a 20, y señalaron que en los casos de las instaladas en los anexos de los hospitales Penna y Ramos Mejía, funcionarán las 24 horas.

El parte difundido esta mañana por el Gobierno porteño informa sobre 2.265 nuevos casos de coronavirus en la Ciudad y doce fallecidos reportados; mientras que ayer fueron 2.162 nuevos casos y 40 muertes y el lunes 1.958 casos y 11 decesos.

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En ese marco, la administración porteña ayer anticipó su postura de rechazar las restricciones a la circulación antes de la medianoche, las que fueron propuestas por las autoridades nacionales como una medida preventiva ante la suba de casos durante la reunión que mantuvieron en Casa Rosada.

La determinación surgió tras una reunión encabezada por Horacio Rodríguez Larreta con parte de su gabinete.

Según indicaron fuentes porteñas, la posición de la Ciudad contemplaría el cierre de parte de las actividades, sobre todo la gastronómica, a partir de la medianoche y hasta las 6 de la mañana, es decir, dos horas más temprano de lo que ocurre en la actualidad.

Asimismo, permitirían que permanezcan abiertos durante la noche los locales considerados esenciales, como las farmacias.

Por ello, la Ciudad se opondría al cierre de circulación en las calles al entender que “no tiene ningún criterio sanitario” y porque “restringe las libertades individuales”.

Con todo, en otro pasaje de su conferencia de prensa y pese al comunicado crítico a las medidas nacionales todavía no anunciadas que emitió ayer la mesa política de Juntos por el Cambio, Quirós resaltó la “mirada en común” que mantiene la Ciudad de Buenos Aires con los Gobiernos nacional y bonaerense sobre la situación de la pandemia en el Área Metropolitana Buenos Aires.

“La visión de que tenemos que trabajar en disminuir, mitigar, los encuentros sociales de un lado, disminuir críticamente el riesgo de interacción social en la nocturnidad y que tenemos que cuidar de una manera el transporte público fue un consenso absoluto”, resumió al hablar desde la sede del Gobierno porteño.

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