Las dos bioquímicas fueron detenidas en Córdoba sospechadas de emitir certificados falsos de testeos de coronavirus.

Dos bioquímicas fueron detenidas en la provincia de Córdoba sospechadas de emitir certificados falsos de testeos de coronavirus mientras que otras tres personas quedaron imputadas como partícipes del caso, pero permanecen en libertad.

La detención fue ordenada por la Fiscalía de Instrucción del Distrito 1 de Córdoba, a cargo de Gustavo Dalma, por los presuntos delitos de «estafa y uso de documento privado falso en concurso real», según se detalló en la información difundida por el ministerio Público Fiscal.

Fueron imputadas otras tres personas, dos de ellas sindicados como supuestos «partícipes necesarios del delito de estafa» y una como presunta autora de «falsificación de documentos». El titular del Laboratorio Gornitz fue quien puso en conocimiento de la Justicia que una supuesta bioquímica había entregado un certificado de testeo de Covid-19 «negativo» falso.

En tanto, tras una investigación realizada en la Unidad Judicial, bajo directivas de la Fiscalía, se logró identificar a distintas víctimas que habrían abonado sumas de dinero que oscilaban entre los 6.000 y 11.000 pesos para practicarse estos testeos en forma particular.

Los mismos se realizaron en los domicilios de las víctimas durante el transcurso del año 2020, pero, según se indicó, esos estudios no se procesaban, todos los informes daban resultado «negativo» y las imputadas entregaban como constancia, en algunos casos, certificados falsos, usando ilegalmente el nombre del citado laboratorio.

La denuncia por estos hechos partió de un laboratorio de Villa María, cuyo titular es Pablo Gornitz, tras el llamado de una persona que fue atendida por las bioquímicas.

El profesional contó que en enero recibió el llamado de una persona de la ciudad de Córdoba, debido a las dudas que le había generado el informe recibido ya que habían obtenido un resultado en muy poco tiempo.

Además, la persona le comentó que le llamó la atención que los teléfonos del laboratorio tuvieran características de Villa María y los de las profesionales, de la capital provincial.

De inmediato, el bioquímico advirtió que se trataba de una situación irregular por lo cual puso el hecho en conocimiento de la Justicia provincial y del Colegio de Bioquímicos de Córdoba.

«Es algo muy grave, porque pone en peligro a la comunidad. No sabemos el alcance que pudo haber tenido esto», indicó, a la vez que dijo: «No conozco a ninguna de las personas involucradas. Actuamos lo más rápido posible ante esta situación. Gracias a la denuncia que hicimos desde el laboratorio se pudo aclarar todo».

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