Lo destaca el ingeniero forestal Claudio Lowy. En 2015, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) realizó un informe que calificó al herbicida de “probablemente carcinógeno para humanos”, coincidiendo con lo que había declarado la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, el resultado de los estudios nunca se hizo público.
“Por primera vez hay un reconocimiento oficial, por parte del Instituto Nacional del Cáncer de la República Argentina, de la validez y cientificidad del informe del IARC”, destacó Lowy, que además es coordinador del Nodo Tandil de la organización ambientalista Bios e integrante de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza en América Latina (UCCSNAL) y de la Sociedad Argentina de Agroecología (SAAE).
El especialista también recordó que cuando la OMS emitió el informe que clasificaba al principio activo glifosato como probablemente cancerígeno, “se desató una feroz campaña desde las corporaciones y empresarias vinculadas a su producción y uso destinado a desacreditarlo, que comprometió también a instituciones públicas, académicas y organismos de investigación que promueven el sistema productivo agrícola que los utiliza”.
Para Lowy, desde 2015, cuando se realizó el informe, alguien con el suficiente poder “no autorizó que ni la Secretaria de Salud ni el Instituto Nacional del Cáncer lo hicieran público”. La única mención del tema apareció en una nota de la periodista Anabel Pomar en Lavaca.
“Lo esperable –agregó– es que ahora salgan a negarlo, pero no creo que se animen existe un reconocimiento oficial”.